MIERCOLES Ť 11 Ť JULIO Ť 2001

Ť Reducir en 80% el número de hogares con gastos médicos "catastróficos", la meta

Anuncia Frenk la próxima puesta en marcha de programas piloto del seguro popular de salud

Ť Reconoce que es necesario ampliar la inversión en el sector para satisfacer la demanda

Ť La propuesta de la Ssa es económicamente factible, afirma Guillermo Soberón Acevedo

CAROLINA GOMEZ MENA

Al catalogar como "un programa muy innovador" al seguro popular de salud, el cual pretende dar acceso a la atención médica al segmento de la población de escasos recursos actualmente no asegurada, Julio Frenk Mora, secretario del ramo, informó que en "unas semanas" serán aplicados en parte de la población objetivo los primeros programas piloto de este proyecto, a fin de determinar su viabilidad.

En entrevista concedida minutos antes de presidir la ceremonia conmemorativa de México, 50 años sin viruela, el funcionario comentó que la Secretaría de Salud (Ssa) "quiere hacerlo muy bien", y que es por ello que para evitar cualquier imprevisto antes de lanzarlo en forma masiva se hará de "manera muy seleccionada".

En aparente contradicción con lo manifestado durante la presentación del Programa Nacional de Salud (PNS) 2001-2006, ocasión en la que aseveró que todos los detalles del seguro popular estaban definidos, Frenk Mora refirió que sostiene reuniones con los secretarios de Salud estatales con los cuales, a finales de este mes, celebrará un taller en el que se hará "el diseño a detalle" de este seguro popular para las entidades.

Tras concluir este paso, se empezará a reclutar de manera experimental a las familias en "las primeras comunidades" seleccionadas para tal efecto. Agregó que estas pruebas de campo deberán concluir en diciembre próximo, cuando se elegirá el "modelo más adecuado", por lo que a principios del año 2002 comenzaría a implantarse este seguro popular, después de saber con qué recursos presupuestales se cuenta.

Pese a la insistencia de los reporteros, el titular de la Ssa eludió dar mayores detalles del seguro tales como cuál será la dinámica de afiliación, la cantidad de población que se estima sumar a este plan o los estados en los que se implantarán los programas piloto. Horas después se confirmó que por lo menos en lo que concierne al último punto aún se desconoce qué estados participarán en estas pruebas de campo.

Comentó que la meta es "bajar en 80 por ciento el número de hogares con gastos catastróficos en salud", los cuales se calcula que son entre 2 y 3 millones, y reducir las erogaciones derivadas de estos gastos a una tercera parte.

Aunque el lunes pasado Frenk Mora afirmó que al final del sexenio todos los mexicanos gozarían de alguna forma de aseguramiento médico, ya sea público, semipúblico o privado, ayer las expectativas parecieron disminuir, pues comentó que en cuanto a la cobertura "quisiéramos lo más cercano a 100 por ciento" y acto seguido señaló que se estaba dando mucha importancia al seguro popular en desmedro del prepago privado y la ampliación de la afiliación al IMSS, que "el PNS deja muy claro que la protección financiera se logra con tres instrumentos", los dos mencionados y el seguro popular.

Ante las numerosas preguntas acerca de las críticas que ha recibido el PNS por parte de especialistas en el tema y dirigentes sindicales ligados al rubro de salud, así como a la escasa o nula mención de problemas como el desabasto de medicamentos y falta de plazas médicas, Frenk defendió su propuesta con un tajante: "es un diagnóstico muy valiente, no estamos ocultando los problemas", y puso en duda lo expresado por el líder sindical de los burócratas, Joel Ayala, en cuanto a la falta de medicinas en IMSS e ISSSTE. "Lo que sí es real -puntualizó- es que necesitamos invertir más en salud".

Al indicársele que en el PNS se reconoce la falta de infraestructura hospitalaria del IMSS para acoger a las familias afiliadas al seguro popular y al hecho de que se debe esperar la asignación de recursos de 2002 para comenzar a otorgar el subsidio y que por esto el acceso a la salud tardará para estos hogares, Frenk Mora asentó: "nosotros tenemos muy claro que no es nada más una cuestión de ofrecer un seguro". Argumentó que esto debe darse en forma paralela "a tener la oferta necesaria de servicios y mejorar la calidad".

Incómodo ante las preguntas y con la urgencia de dar inicio al acto, el funcionario mencionó que la seguridad social cubre, en la actualidad, 55 por ciento de la población; que el aseguramiento privado asciende a sólo 2 por ciento y que "más o menos 40 millones de familias en este momento están fuera de los servicios (de salud) y es a la población que nos dirigiríamos". Evidentemente han de ser bastante menos, añadió, porque en todo el territorio nacional, según el Conapo, existen 21.8 millones de hogares con entre 5.4 a 4.5 integrantes en promedio.

Por su parte, Guillermo Soberón Acevedo, presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) y ex secretario de Salud, consideró que no existe ningún indicio de que el seguro popular pueda fracasar. Al respecto subrayó que Funsalud hizo un estudio que demuestra que es viable la aplicación de un esquema de aseguramiento como el propuesto por Frenk.

En entrevista, Soberón Acevedo aseguró que el seguro popular, al "contrarrestar los problemas de salud", traerá "tranquilidad para mucha gente". Asimismo dijo que para garantizar el éxito del programa se debe aplicar un subsidio total para quienes perciben menos de un salario mínimo, parcial para los que ganan menos de cuatro y de 25 por ciento para los que reciben entre uno y dos salarios mínimos.

Detalló que en la protección de la población no derechohabiente de zonas urbanas de más de 100 mil habitantes el gobierno gastaría alrededor de 0.30 por ciento del PIB nacional, lo que "económicamente es viable".

Luego de negarse a dar más informes acerca del seguro popular, el funcionario dijo que éste se basa en la experiencia del IMSS, pero al mismo tiempo negó que sea una extensión de éste, pues "es un seguro diferente, es digamos un paquete distinto".