MARTES Ť 11 Ť JULIO Ť 2001

Ť Entregan al embajador de ese país, Luis Maira, carta de protesta contra el fallo

Repudian chilenos en México sobreseimiento a Pinochet

CAROLINA GOMEZ MENA

Chilenos residentes en México, familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura militar en el país andino, refugiados y exiliados, ex presos políticos y la organización Hijos por la Identidad, por la Justicia y contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) entregaron al embajador de Chile en el país, Luis Maira, una carta de "indignación y repudio" al sobreseimiento temporal que la Corte de Apelaciones de Santiago otorgó al ex dictador César Augusto Pinochet Ugarte por el caso de la llamada Caravana de la Muerte.

Con tristeza, pero sobre todo enojo por lo que catalogaron de "salida fácil" y "traición" de la justicia chilena y de Ricardo Lagos, presidente de aquella nación, la comisión entregó del documento dirigido a Lagos y la instancia judicial mencionada, a sabiendas que el juicio y castigo al militar retirado nunca llegará.

No obstante, Andrea Inostrosa, integrante de HIJOS y familiar de desaparecidos, a nombre de los manifestantes aseveró entre lágrimas: "ya llegará el momento en que podamos enterrar a nuestros muertos como corresponde; si no lo hacemos nosotros, lo harán nuestros hijos, porque esa es la tarea de la verdad: ni perdón ni olvido".

Minutos después de que los inconformes se apostaron ante la embajada de Chile, Maira accedió a recibirlos y les dijo que su documento será remitido a Lagos y a la Corte de Apelaciones. Según la versión de los maniofestantes, el embajador no precisó si habría o no respuesta.

Consideraron que la enfermedad del ex dictador es un "ardid" para evadir a la justicia y dijeron que el que el sobreseimiento sea "temporal" es una "burla", porque la demencia no es padecimiento pasajero, por lo que con ese argumento se perpetúa la impunidad en torno a los crímenes cometidos por Pinochet.

Aunque Maira, a decir de los inconformes, se mostró asequible, eludió platicar con los medios que aguardaban afuera de la embajada, bajo el argumento de que las entrevistas deben solicitarse con anticipación.

Sostuvieron que para evitar que crímenes de lesa humanidad queden impunes, la globalización no sólo debe darse a nivel económico, sino también en el ámbito judicial, y agregaron que con el fallo, la justicia chilena es "la vergüenza mundial" en el ramo.

Sugirieron que Lagos dio la espalda a víctimas y parientes de desaparecidos y asesinados durante la dictadura, y que por ello le apostó al "olvido", y acto seguido cuestionaron la "débil memoria" del jefe del Ejecutivo chileno. "Nos llama la atención que su compañero de partido; Salvador Allende, fue asesinado en La Moneda; él no puede haber olvidado eso".

Cálculos conservadores apuntan a que los desaparecidos durante la dictadura militar que dio inicio el 11 de septiembre de 1973 fueron mil 200; no obstante, podrían haber sido más de 3 mil. Incluso hoy en día existen 56 presos políticos, 33 en cárceles de alta seguridad de Santiago, Valparaíso, Rancagua, La Serena, Concepción y Antofagasta, sin que el gobierno que encabeza el socialista Lagos haya gestionado su liberación, expusieron.

"Pese a lo que diga la justicia chilena, nuestro veredicto es culpable", resaltó David Rencoret, ex exiliado, quien agregó que existe la impresión en Chile de que Lagos acordó con sectores de las fuerzas armadas de aquel país no "tocar" a Pinochet, a cambio de que se "entregue al gobierno la plana mayor de la Dina (otrora Dirección de Inteligencia Nacional), implicada en los asesinatos".

Recordó que Lagos se comprometió ante la comunidad internacional a someter a juicio a Pinochet porque "existían las condiciones para ello", y que hasta ahora sólo fue procesado. También puso de relieve que con los supuestos problemas de salud se "ha montado un show con la anuencia del actual gobierno chileno, que se dice socialista, y de José Miguel Insunza, ministro del Interior".

Expusieron que el juicio a Pinochet no es revancha, sino una "obligación ética y moral" de un gobierno que prometió juzgarlo y que hoy lo deja libre, por lo que consideraron que la visión del presidente es "muy miope" y con afán de "salvar el momento, su mandato", pero que tal y como la historia ha juzgado a Pinochet, también se encargará de juzgarlo a él.

"Si Lagos tuviera un pariente, hermana o hijo desaparecido, seguramente habría reaccionado distinto, y hoy estaría pidiendo justicia", aseveraron.