Ť Aznar adopta una postura "dócil" ante el mandatario estadunidense, acusa la oposición
Protestas en España al comenzar George W. Bush gira por Europa
Ť El presidente de EU defendió su sistema antimisiles y negativa a firmar el Protocolo de Kyoto
Ť Lamenta la UE su empecinamiento de no acatar criterios acordados por la comunidad mundial
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 12 de junio. El presidente George W. Bush defendió hoy en Madrid su polémico sistema antimisiles y su negativa a rubricar el Protocolo de Kyoto, que pretende disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, los dos puntos más conflictivos en la relación di-plomática entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Al comenzar Bush la primera etapa de su primera gira europea, con una visita de unas horas a Es-paña, unas 5 mil personas protestaron ante la embajada de Estados Unidos en esta capital por la postura del gobierno estadunidense en cuestiones como el bloqueo a Cuba, la vigencia de la pena de la muerte en su país, la violación de los acuerdos medioambientales y su postura ante el conflicto de Oriente Medio.
Las críticas de los manifestantes también
se dirigieron contra el presidente del gobierno español, José
María Aznar, a quien acusaron de adoptar una postura "dócil"
ante Bush y de debilitar así la postura global de la UE.
Bush acordó con Aznar finalizar las negociaciones
sobre la presencia militar estadunidense en dos bases militares españolas,
Rota y Morón de la Frontera, ya utilizadas en las guerras del golfo
Pérsico y contra la Yugoslavia.
Aznar, por su parte, defendió "el liderazgo" de España en el bloque iberoamericano, que presentó co-mo un motivo más para hacer de España un "socio privilegiado" de Estados Unidos.
Más de lo mismo
El presidente estadunidense ratificó sus dos proyectos más polémicos, que han provocado hondo malestar en sus socios europeos: el llamado escudo antimisiles, que a juicio de los países europeos se-ría el comienzo de una nueva guerra fría y una carrera armamentista, y su negativa a unirse al Protocolo de Kyoto, ya que "no está ba-sado en principios científicos", según dijo Bush en una rueda de prensa conjunta con Aznar.
Este, por su parte, dijo "comprender" las razones esgrimidas por su par para sacar adelante es-tos dos rubros, en una postura claramente contraria a la de sus so-cios europeos y que fue tildada por la oposición como "dócil".
Bush, quien está en Europa por primera vez en su vida, recibió una respuesta inmediata por parte de la Comisión Europea, que en un comunicado "lamentó" el em-pecinamiento de Bush de no acatar los criterios acordados por la comunidad internacional en relación a la emisión de gases tóxicos.
En cuanto al escudo antimisiles, Bush reveló algunas
de las virtudes que pretende exaltar ante sus socios europeos para convencerlos
de la postura estadunidense: en primer lugar, dijo, será una "estrategia
de seguridad total" que permitirá la "defensa internacional en el
combate al terrorismo", y como ejemplo aseguró que el sistema permitirá
destruir "misiles que va-yan destinados a España, Francia o Estados
Unidos".
Bush dijo que quiere que "el mundo sea más pacífico
y menos peligroso" y que por eso es necesario desplegar este complejo y
costosísimo proyecto bélico.
Aznar, el único dirigente europeo que ha apoyado esta iniciativa, señaló que hasta el momento "no se ha demostrado que el pryecto defensivo de Bush no pueda producir más seguridad", por lo que emplazó a la comunidad internacional a "analizar y dialogar" el citado escudo antimisiles.
Consideró que "muy importante" que Bush "decida conversar de ello con los aliados y establezca un marco de relación con Rusia", el país que hasta ahora se ha mostrado más opuesto a este proyecto y que, a juicio de algunos especialistas en relaciones internacionales, pondría de nuevo en peligro la ya de por sí frágil estabilidad in-ternacional al reditar un escenario idéntico al de la guerra fría.
Bush dijo que buscará con el presidente ruso, Vladimir Putin, establecer una "nueva y realista relación" entre sus países.
En relación a las críticas contra Bush por su negativa a rubricar el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997, el mandatario estadunidense alegó que no es un "acuerdo realista", además de que "no tiene en cuenta a los países en vías de desarrollo", y que, afirmó, "no está basado en principios científicos".
Este tema será tratado el próximo jueves una la reunión de Bush con los mandatarios europeos.
Unas horas después de que Bush pronunció estas palabras, la Co-misión Europea respondió con un enérgico comunicado en el que se-ñala que "ya es hora de pasar del análisis a la acción", tras recordar que el Protocolo de Kyoto es "el resultado de 10 años de trabajo para crear un régimen internacional flexible", por lo que consideran que la negativa de Bush "no es realista ni coherente con la responsabilidad histórica".
Madrid, aliado confiable
En su comparecencia inicial, Bush destacó que "España es uno de los aliados más fiables de Estados Unidos", y agradeció la "buena acogida" de la milicia estadunidense en las bases de Rota y Mo-rón de la Frontera, donde Washington mantiene desplegadas tropas y material bélico.
Bush y Aznar se comprometieron a "defender cuestiones de in-terés común", con especial énfasis en América Latina. También hubo un compromiso manifiesto en la colaboración de los "sistemas" de inteligencia de Madrid y Washington en la lucha contra la organización armada vasca ETA.
En el palacio de la Zarzuela, el rey Juan Carlos y Bush intercambiaron palabras en español, y bromearon con el nombre de la consejera de seguridad Condoleeza Rice, cuyo apellido se traduce como "arroz" en español. "Buenos días, Arroz", le dijo el monarca al inclinarse a besar la mano de la asesora.
Los dos mandatarios respondieron a únicamente a ocho preguntas que, por orden expresa del protocolo, sólo pudieron hacer las de-cenas de periodistas.