La otra vez éramos la Cenicienta; hoy tenemos que ganar: Aguirre
Ť De Santos le preocupa su mancuerna goleadora y que no se asusta al verse abajo en el marcador
MIGUEL ANGEL RAMIREZ ENVIADO
Pachuca, Hgo., 15 de mayo. ¿Cómo te sientes Javier?
-Yo, de poca madre.
Fue la respuesta sin titubeos del técnico tuzo Javier Aguirre, quien parece no reprobar el examen de sinceridad.
Motivos le sobran para sentirse así, porque el Pachuca se encuentra en la antesala de lograr su segundo título del futbol mexicano y el ambiente en la práctica de hoy fue inmejorable.
"Están en la final los chavos, se han roto el alma tanto tiempo, han pasado de todo, entonces, están orgullosos de su trabajo. Se les ve seguros de sí mismos y me da mucho gusto. Falta culminarlo, porque falta un rival y hay que tratar de terminar la obra.
"Pero yo veo al equipo muy relajado, muy dispuesto a divertirse,
porque al final es eso", explica el entrenador, quien puntualiza que todos
"los que tenemos la fortuna de comer" del futbol "debemos valorarlo", expresa.
--¿El ambiente es igual al de la final anterior?
--Hay una pequeña diferencia: en aquel entonces no teníamos nada que perder. Nada. Eramos, efectivamente, la Cenicienta. Porque estábamos peleando el descenso y sin proponérnoslo nos instalamos en la final.
"Y digo esto con conocimiento de causa, porque yo tenía los mismos boletos todos los lunes, para irme de vacaciones. Suponía que tanto Morelia, como Toluca, Atlas y Cruz Azul podían ganarnos.
"Hoy no. Hoy el equipo está en una tesitura que tiene que ganar, porque tiene que ganar. Porque tiene todos los argumentos necesarios para suponer que puede ser campeón y en aquel momento no los teníamos.
"Teníamos una enorme voluntad, una sonrisa y un desparpajo brutal. Hoy a eso le agregamos la responsabilidad de ser el número uno. Hay que tener pantalones también para ser número uno y este equipo los tiene", afirma.
?¿Un título no es suficiente para dejar de ser un equipo chico?
?Esto es lo que le da más al Pachuca, la posibilidad de dejar de ser equipo chico. Aunque, al final de cuentas, el tamaño de la institución se lo da la opinión pública, ustedes mismos.
"Creo que ha ido de la mano el éxito deportivo con el éxito de la inversión, con el éxito administrativo. Evidentemente, una golondrina no hace verano, pero después de año y medio demuestra el club Pachuca, su presidente, que va en serio el intento de hacer crecer a esta institución", señala.
Javier confiesa que es "muy malo" para soñar; que él es hombre de retos y el de ahora "es agregarle una estrellita" a la camiseta del Pachuca.
Interrogado sobre su mayor satisfacción en el tiempo que lleva en el club, no lo duda: "Que están felices mis hijos. Veníamos con muy poco de expectativa cuando llegamos en septiembre de 98, y están felices mis chavos en sus escuelas, con sus cuates, donde viven, en sus equipitos de futbol.
"Y Silvia también está contenta. Yo venía, la verdad, con una mano adelante y otra atrás, y ya me quedé un buen rato", agrega.
Confió que "Ander le va al Necaxa, Mikel a las Chivas e Iñaki a los Pumas", pero ni pensar en que alguno de ellos pudiera influir si es que el próximo lunes no llega a un arreglo con los Tuzos. Porque "los tres equipos ya tienen dueño ¡y entrenador!", bromea.
Aguirre sabe que las especulaciones sobre su futuro como entrenador son inevitables y también que no puede adelantar nada, pues no está únicamente en sus manos la decisión.
Recordó que estuvo "nueve años de mi vida en el América y no lo cambiaba por nada, pero me dijeron que ya no, que se acabó. Entonces, hay que irse a buscarle".
Por lo pronto, lo que busca es una fisura en el Santos, que tiene "un estilo definido. No se salen de él y es buscar el arco rival permanentemente. Sus números lo dicen.
"Tiene un goleador temible, una mancuerna goleadora espeluznante y un enorme entusiasmo. Es el equipo que estadísticamente mejores regresos ha tenido. "De ir perdiendo 2-0, al Puebla le metió tres. Es un equipo que no se asusta con uno o dos goles en contra, siempre trabaja bien los partidos y tiene mucha llegada", concluye.