MIERCOLES Ť 16 Ť MAYO Ť 2001
Ť Entrega De la Fuente los premios al Mérito Universitario
La Ley Orgánica de la UNAM, posible tema en el congreso
Ť Podría reformarse si se garantiza el respeto a la autonomía, dice el rector
Ť La profesora Guadalupe Carrasco Licea, La Pita, rechaza la distinción
KARINA AVILES
El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, abrió la puerta para que en el próximo congreso se discuta todo, incluida la posibilidad de modificar la Ley Orgánica, que sólo podrá reformarse ''si se garantiza que nuestra autonomía será respetada escrupulosamente'' por los legisladores.
La autonomía universitaria no ''fue una dádiva, fue resultado de una larga lucha de muchas generaciones de universitarios'', destacó.
Ninguna norma resiste el paso del tiempo
En la entrega del reconocimiento al Mérito Universitario 2001, a los profesores que han dedicado 25, 35 y 50 años de vida académica a la Universidad Nacional, realizada en el Día del Maestro, De la Fuente subrayó en referencia a la Ley Orgánica vigente -marco jurídico de la institución desde hace más de medio siglo-, que toda norma por perfecta que sea no produce por sí misma los fines que busca, ni puede resistir indefinidamente el paso del tiempo.
Por ello, ante la ''nueva oportunidad'' que representa la reforma universitaria, ''es natural que nos preguntemos si conviene revisar y analizar con cuidado, con inteligencia, con un amplio conocimiento del tema, la conveniencia de enriquecer nuestro estatuto jurídico y adaptarlo al nuevo escenario nacional e internacional en el que está inmersa'' la UNAM, apuntó.
Entonces, el rector recordó las grandes transformaciones que ha tenido la máxima casa de estudios a lo largo de su historia, comenzando desde la idea de autonomía universitaria planteada por Justo Sierra, en 1881, hasta 1980, cuando la autonomía fue finalmente consagrada en el artículo tercero de la Constitución.
La Ley Orgánica del 26 de julio de 1929 fue la que definió a la UNAM como una corporación pública con capacidad jurídica. En 1933 se expidió una nueva Ley Orgánica que amplió los rasgos de la autonomía. Y a partir de la Ley Orgánica de 1945, aún vigente, ''se concibe a la autonomía como la forma más alta de libertad de investigación y de cátedra, presupuesto indispensable de la función misma de la universidad'', señaló.
Por ello, dijo, la posibilidad de modificar nuestro actual ordenamiento jurídico debe partir de los principios de libertad de cátedra y de investigación, y ''sólo podría darse si se garantiza que nuestra autonomía será respetada escrupulosamente por quienes tienen la facultad de legislar''.
En el patio central del Palacio de Minería, en donde entregó a 782 académicos medallas de reconocimiento por sus años de trabajo dedicados a la UNAM, expresó que limitar la libertad de cátedra o de investigación es incompatible con la esencia misma del pensar. A la libertad académica de la universidad ''se suman en ejercicio de su autonomía la libertad para definir sus formas de gobierno y las que se refieren a la administración de su patrimonio''.
Si bien es cierto -continuó- que la capacidad de la institución es jurídica y dimana de la Constitución y de su Ley Orgánica, ''su autoridad en cambio es moral y preservarla es asunto de todos los miembros de la comunidad universitaria''.
El reto de hoy en la Universidad Nacional, subrayó, es ''la reforma'' universitaria para ''mejorar la enseñanza, para abocarnos a la investigación cada vez con mayor calidad y trascendencia, para expandir y difundir hacia nuevos horizontes el conocimiento y la cultura''.
''Maestra, es su decisión...''
Después del mensaje del rector, los premiados fueron nombrados para recibir su reconocimiento. De los 782 académicos, tres recibieron la medalla por 50 años de dedicación a la Universidad Nacional Autónoma de México: Julieta Margarita Tapia y Cervantes, de la Facultad de Filosofía y Letras; César Novoa Magallanes, de la Facultad de Arquitectura, y Josefina Muriel de la Torre, del Instituto de Investigaciones Históricas.
Todos los presentes, entre galardonados y directores de las dependencias de la UNAM, estaban a la expectativa cuando escucharon el nombre de Guadalupe Carrasco, conocida como La Pita, una de las maestras activistas de los últimos movimientos de huelga.
Carrasco subió hasta el estrado y ahí expresó algunas palabras a Juan Ramón de la Fuente. De acuerdo con quienes alcanzaron a escuchar el breve intercambio, la profesora le habría dicho: ''Usted sabe que no recibiría esto''. A lo que el rector habría respondido: ''Maestra, es su decisión''.
Después de rechazar la medalla por 25 años de docencia, la profesora Carrasco desdobló una bandera rojinera con las siglas del Consejo General de Huelga (CGH). La paseó frente a los directivos que se encontraban en el estrado y después frente a los premiados y asistentes al acto. Entonces, se escucharon fuertes silbidos y abucheos por parte de quienes llenaban el auditorio, así como unos cuantos aplausos.