MARTES Ť 24 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Teresa del Conde

Quince verdades no demostrables

Uno. Por cada trabajo creativo que se concreta en algo ''físico'', hay un sinnúmero de variaciones que no redundan en eso. (Sol LeWitt, minimalista).

2. Si a un artista no le importa la apariencia (aun en el informalismo), tampoco le ocurre entonces la necesidad de ''fabricar'' su trabajo. (Lawrence Weiner, conceptual)

3. El formalismo como opción estética nos enseñó y nos enseña a colocar el significado en su forma. (J. Kosuth, artista y teórico)

4. Si dentro de 500 años esta obra lograra llamar la atención, no sería ciertamente a causa de su tema. Este, con el tiempo, habría perdido todo interés. (José Clemente Orozco)

5. Mirar y reflexionar sobre lo mirado son momentos que no tienen por qué estar necesariamente unidos, la mirada ''entiende'' o ''rechaza'' una obra sin pasar por sus explicaciones. (Francisco Castro Leñero, pintor y profesor)

6. Ver una cosa como ''arte'' requiere de algo que el ojo no puede describir: una atmósfera de teoría artística, conocimiento de la historia del arte, un mundo artístico. (Arthur D. Danto, filósofo del arte).

7. Muy poco se gana aseverando que es ''arte'' sólo lo que juzgamos bueno. Hay muchísimo bad art también. Un trabajo, bueno o malo, depende de muchas cosas ajenas a las intenciones del artista. Las llamadas ''creaciones'' no implican conceptos de valor. (Suzanne K. Langer, autora de An introduction to simbolic logic)

8. La forma de tratar la pintura enfrenta dos graves problemas: la ambigüedad y el desprestigio. El desprestigio se finca en su ''retinianismo'': condición de la pintura que es atacada por todas las nuevas formas de arte visual. Facultad que tiene la pintura de ''hacerse'' para el ojo. (Manuel Marín, artista y teórico)

9. Es más nacionalista el pintor que trabaja dentro de la tradición italiana del quattrocento y del cinquecento, que el que se emboba con los jarritos y cazuelas, muy propios para decorar la cocina. (José Juan Tablada)

10. Que un general, o un guerrillero, un político, un bandolero o un empresario escriban libros, santo y bueno. Que esa experiencia esté en ellos es sin duda importante. Pero la experiencia directa de vida activa no es garantía de comprensión de vida. (Jorge Alberto Manrique, historiador y crítico de arte)

11. El surrealismo es la última expresión del romanticismo. Si uno lee a los poetas románticos, encuentra inmediatamente que hay una especie de línea subterránea que va del romanticismo al surrealismo, y que tiene explosiones a lo largo del siglo XIX. Ahora de pronto surgen escritores o pintores o poetas que tienen qué ver con la tradición surrealista. (Octavio Paz, entrevistado por Braulio Peralta)

12. Rafael (Sanzio) fue posiblemente uno de los pocos artistas, bien conocido y muy admirado en vida, que ''la hizo'' con el realismo en la retratística. Muchos otros artistas se encontraron prematuramente retirados, o rechazados debido a que hicieron algún retrato súper realista. (Alexandra Connor, escritora).

13. El dibujo es la probidad del arte. (Rafael Sanzio)

14. El término ''clásico'' es incómodo porque tendemos a remitirlo a un contexto único: el de Winckelman. Creo que ahora es legítimo devolverle su acepción verdadera: clásico es lo que genera modelos, lo que provoca una reacción: favorable o en contra. (La autora de esta selección en una carta a Jorge Alberto Manrique)

15. De algún modo, las pinturas nos enseñan a mirar. Cuando te quedas una hora o dos en un museo y luego sales rápidamente, el mundo a tu derredor queda transformado. En particular vemos los rostros de las gentes de manera diferente. Vemos las sombras, los colores. Vemos el mundo un poco como lo ven los pintores... y no dudo de que la percepción es susceptible de entrenarse para poder ver diferentes aspectos del mundo. Como resultado, el mirar pinturas, nos enseña a dirigir nuestra atención. (Ernst H. Gombrich entrevistado por Didier Eribon en Ce que l'imagen nous dit).