LUNES Ť 26 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť El mural de la artista, en el Museo de las Californias

Los que quedan rescata el arte ritual de Baja California: Palau

Ť El recinto tijuanense cumplió su primer aniversario Ť La obra hace referencia a las cinco etnias existentes en la zona

ANA LILIA CORTES ESPECIAL

Tijuana, BC. Con la develación del lienzo- mural Los que quedan, de Marta Palau, se celebró el sábado el primer aniversario del Museo de las Californias del Centro Cultural Tijuana (CECUT).

La conmemoración incluyó conferencias de Ignacio del Río, W. Michael Mathes y Harry Crosby, y la presentación de la revista Camino Real Misionero. Además, el domingo el acceso al espacio museográfico fue gratuito.

''Los que quedan está relacionado con el arte rupestre y las cinco etnias todavía existentes en las Californias'', comentó Marta Palau. La obra incluye 20 personajes en fotografía, ''porque quise reflejarlos como son''; el lienzo mide 15 por 3 metros, adosado a tres mamparas del museo tijuanense.

Palau incluyó los veinte personajes en dos mamparas; "en la tercera quise pintar Los orígenes, con base en la pintura rupestre, en el cambio y en la línea geográfica divisoria", con una particularidad: "como en todas las pinturas rupestres del mundo existen las imágenes de las manos pintadas, que era la firma del hombre; parte del mural son muchas manos de las personas que fui a entrevistar y que están plasmadas en mi obra".

Al develar el lienzo se efectuó un nuevo ritual: asistentes a la ceremonia, involucrados con la cultura de Baja California, plasmaron la huella de sus manos. ''Es más, mi firma en la obra es mi mano, con el año en que la realicé, porque la mejor firma del hombre es el registro de su mano".

Bajacaliforniana de corazón

Con cerca de cuatro décadas de radicar en esta ciudad, Marta Palau se considera palau1 bajacaliforniana. El Museo de las Californias ha sido impulsado, principalmente, por artistas, historiadores y científicos de la región. "Aquí tengo mis raíces muy bien plantadas; vivo a ratos en la ciudad de México y a ratos aquí, donde ya tengo tres meses. Ahora siento que paso más tiempo en Tijuana, pero divido prácticamente el año".

Sobre el tiempo que requirió para la preparación de la obra recién develada, cuyo proceso de creación comenzó en agosto, comentó que tiene "como ocho años trabajando en el arte ritual de Baja California, lo que me hizo involucrarme en la necesidad de conocer y establecer contacto con las etnias. He ido a sus comunidades, los he fotografiado en su hábitat, he estado hablando con ellos y rescatado cuentos y muchas cosas que he aprendido poco a poco; ya hasta puedo entender un poco la lengua, y al buscar las traducciones me doy cuenta de la similitud entre ellas. Salvo la kiliwa, las otras cuatro -cucapá, paipai, cochimí y cumiai- se parecen mucho; sólo tienen algunas variantes".

De su experiencia con ''los que quedan'', Palau dijo que su contacto con ellos le significó "una gran emoción porque son muy mágicos; por ejemplo, doña Teodora, que es cochimí y que me acompañó en parte de mi recorrido, me regaló una anécdota inolvidable: cuando subíamos hacia la Sierra Kiliwa había un arroyo, y sin decir nada, se bajó corriendo, se quitó los zapatos y se metió al agua. Cuando la imité y la alcancé, la encontré hablando con ella, por supuesto en cochimí, lo que me emocionó profundamente, porque ni siquiera se percató de que la observaba".

Del Museo de las Californias, opinó: "A pesar de que es un espacio de sitio, porque no se renueva, me parece interesante sobre todo por estar ubicado en una ciudad fronteriza como Tijuana; me parece muy interesante que muestre la cultura de California y quienes somos, que nos enseñe nuestras gloriosas raíces y cultura, que es un ejemplo en el mundo''.