FOX: INSISTENCIA EN LA PAZ
En
la ceremonia del Día del Ejército, realizada ayer, el presidente
Vicente Fox llamó a respetar la marcha de los comandantes zapatistas
a la ciudad de México, expresó sus coincidencias con los
objetivos de esa movilización pacífica y dijo, en respuesta
a las críticas a su gobierno por los retiros de tropas efectuados
en Chiapas desde el 1o. de diciembre pasado, que la alternativa a tales
medidas habría sido perpetuar "la funesta conspiración de
silencio", una atinada descripción de la actitud de la administración
zedillista para con el conflicto chiapaneco.
El mensaje presidencial es relevante desde varios puntos
de vista. Por principio de cuentas, la notoria insistencia del mandatario
en auspiciar un ambiente favorable a la solución del conflicto chiapaneco
revela, en su aspecto positivo, una clara voluntad política orientada
a la paz. Pero la reiteración no es gratuita o innecesaria, toda
vez que en el partido y en el gabinete del mandatario, así como
en otros sectores del espectro político y social, persisten actitudes
intolerantes y provocadoras hacia la inminente marcha zapatista y, en general,
hacia las reivindicaciones indígenas. Sobran ejemplos: desde la
virulencia criolla de Diego Fernández de Cevallos hasta las incitaciones
a ejecutar o asesinar zapatistas --como las formuladas recientemente por
el gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola Vera, y el legislador
local morelense Salomón Salgado Urióstegui, ambos panistas--,
pasando por el desolador despiste del presidente electo de la Coparmex,
Jorge Espina Reyes, quien todavía no se entera de los objetivos
del viaje zapatista --claramente establecidos en más de media docena
de comunicados-- y, desde su desinformación, exige a los rebeldes
que definan "sin rodeos" las razones de su llegada a la capital de la República.
Desde otra perspectiva, no hay precedente, en los sexenios
priístas, de un exhorto presidencial al respeto y a la buena fe
ante movimientos sociales de descontento, rechazo o rebelión a la
autoridad, por justificada que fuera la inconformidad, y en este sentido
el mensaje emitido por Fox es claramente meritorio.
Adicionalmente, resulta por demás significativo
el contexto en el que fue expresado: la conmemoración del Día
del Ejército y ante la plana mayor de la institución castrense,
en sectores de la cual se sospechaban desacuerdos con la decisión
del Ejecutivo federal de abandonar algunas de las posiciones militares
más agraviantes para las comunidades zapatistas. A contrapelo de
esos desacuerdos reales o supuestos, el secretario de Defensa, Ricardo
Vega García, más allá de la reiteración de
la lealtad y la disciplina de las fuerzas armadas hacia su comandante supremo,
el Presidente de la República, expresó la necesidad de que
el instituto armado debe sumarse a "la gran cruzada de paz y desarrollo".
Para finalizar, si bien persisten las fobias y las intolerancias
ante la próxima marcha zapatista al Distrito Federal, debe anotarse
que la persistencia de Fox para generar espacios de tolerancia ha rendido
frutos. Empieza a esbozarse un consenso de razón en torno a la utilidad,
la necesidad y la justeza de ese viaje. Así lo manifiestan las recientes
muestras de respeto a la marcha de los gobiernos de Morelos --panista--
y Oaxaca --priísta--, entre otros, así como las seguridades
ofrecidas ayer mismo por el procurador general de la República,
Rafael Macedo de la Concha, en el sentido de que la dependencia que preside
no va a proceder contra los comandantes de la organización indígena
rebelde cuando éstos abandonen Chiapas. Por el bien del país,
cabe esperar que los esfuerzos del Presidente a favor de la paz sigan produciendo
resultados plausibles.
|