Lunes en la Ciencia, 5 de febrero del 2001



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Manuel Méndez Nonell

Las posibilidades de la minero- metalurgia

mendez-nonel-manuel-cie#501 México se ha distinguido históricamente por poseer una gran riqueza minero-metalúrgica. De hecho, ocupamos uno de los primeros cinco lugares de producción en alrededor de quince diferentes metales. Lamentablemente esta riqueza contrasta con el estado de desarrollo tecnológico que guarda la industria metalúrgica nacional, expone el doctor Manuel Méndez Nonell (México, DF, 1957), especialista en ingeniería de procesos metalúrgicos e investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN (Cinvestav), Unidad Saltillo.

"El país exporta una gran cantidad de su producción minero-metalúrgica, pero la mayoría, tristemente, se vende en forma bruta o semi-elaborada, que después importamos como productos ya acabados, de tal forma, que en términos de valor agregado, las pérdidas de México son altísimas".

De este contexto se deriva la importancia de contribuir a la generación del conocimiento en este campo, por lo que Méndez Nonell, después de su formación doctoral en metalurgia en la Universidad de Sheffield, Inglaterra, enfocó su trabajo al estudio de la solidificación de metales, tratamiento de metales líquidos y refinación metalúrgica.

ƑPor qué estudiar la solidificación? Porque todos los metales, explica el investigador, en alguna parte de su procesamiento pasan por esta etapa -del estado líquido al sólido- en la cual, en una analogía al periodo de gestación del ser humano en nueve meses, la pieza metálica toma cuerpo. Todas sus propiedades, cualidades y defectos dependen de lo que ocurre en este sólo proceso de solidificación. A la par de la generación de este conocimiento, esta área de investigación retribuye también en importantes aplicaciones tecnológicas, lo que significa un doble estímulo científico, acota Méndez Nonell. Por ejemplo, el especialista ha trabajado en el desarrollo de aceros inoxidables, aleaciones base cobre de alta conductividad para aplicaciones eléctricas y en aleaciones biocompatibles, es decir, sistemas metálicos utilizados como implantes ortopédicos y prótesis metálicas para cadera, barras columnares y placas, entre otros.

mendez-nonel-manuel-ciencia El uso de estas prótesis, explica Manuel Méndez, representa un gran problema de carácter social en nuestro país, ya que "en México se consumen implantes metálicos con un monto aproximado de 100 millones de dólares al año y 100 por ciento de las prótesis son importadas con un costo unitario que puede oscilar de mil a 10 mil dólares. Esto significa que la población de escasos recursos económicos no tiene acceso a estas piezas, ya que los sistemas de seguridad social proveen hospital y cirujano, pero no la prótesis, debido a su alto precio en el mercado internacional".

A lo largo de los últimos 10 años, el especialista, junto con un equipo de colegas y colaboradores, no sólo ha logrado la obtención de un proceso alternativo para la fabricación de prótesis metálicas (de cobalto, cromo y molibdeno) que cumplen rigurosamente con las especificaciones mecánicas, físicas, metrológicas y de compatibilidad con los tejidos, fluidos y procesos del cuerpo humano, sino que además, han caracterizado las aleaciones, y dilucidado el efecto de algunos elementos de aleación en las propiedades mecánicas de estas prótesis metálicas.

"Hemos hecho también estudios acerca de las propiedades tribológicas de los metales, es decir, del desgaste superficial que sufren, que es uno de los problemas a que están sometidas estas piezas en su aplicación. Asimismo, se ha estudiado la corrosión, en virtud de que están expuestas a ambientes químicamente muy agresivos. Por último, podría decir que dentro de las diferentes técnicas de procesamiento, hemos hecho aportaciones que consideramos importantes, por medio de las cuales se han podido fabricar aleaciones cobalto-cromo-molibdeno de especificación biocompatible por métodos mucho más económicos que los convencionales".

De esta manera, el equipo de investigadores del Cinvestav-Saltillo tiene todo el paquete tecnológico terminado y durante el último año se ha explorado la factibilidad de fabricación en serie de estas prótesis. "Nuestro propósito no es transferir esta tecnología a una empresa privada, ya que en tal caso estaría sujeto a las condiciones de mercado y otra vez el producto sería encarecido. Esto tiene que desarrollarse con el sector público para que a través de un método rentable y confiable se pueda proveer del material a la sociedad mexicana, particularmente a aquellos de bajos recursos económicos.

Al concluir, Manuel Méndez agrega que si en México se pudiera impulsar el desarrollo de procesos y establecer industrias metalúrgicas que permitieran transformar la materia bruta en productos de valor agregado y exportarlos en forma acabada, el potencial sería mayúsculo. (Mirna Servín) (Fotos: José Núñez)

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