VIERNES Ť 19 Ť ENERO Ť 2001

Ť La OPEP debe entender que el alza de precios pone en riesgo las economías

México, opción en crisis energética de EU: Bush

Ť Jugaría un papel importante para resolver la escasez eléctrica, dijo el próximo presidente

REUTERS

Washington, 18 de enero. A dos días de llegar a la Casa Blanca, el presidente electo de Estados Unidos, George W. Bush, dijo el jueves que pedirá ayuda a México para aliviar la crisis energética que enfrenta Estados Unidos.
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Bush dijo que buscará fortalecer las relaciones energéticas con México, que es el quinto productor mundial de crudo, pero no es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

México podría tener un papel importante para reducir la escasez de energía que viven ciertas partes de Estados Unidos, en particular California, donde los residentes sufrían apagones por segundo día consecutivo este jueves, a causa de una severa crisis de electricidad, señaló Bush en una entrevista.

"La manera más rápida de tener un impacto sobre la situación de la energía es trabajar con México, y hasta cierto punto con Canadá, para crear una política energética regional'', afirmó.

Bush dijo que hará entender claramente a los países de la OPEP que cualquier aumento en los precios del crudo pondría en peligro las economías de Estados Unidos y otros países de libre mercado.

Esta ha sido justamente la política diplomática del saliente gobierno del presidente Bill Clinton hacia el cártel petrolero.

Sin embargo, el miércoles la OPEP cortó su producción en 5 por ciento, 1.5 millones de barriles por día, para mantener los precios del crudo en 25 dólares por barril.

Bush, quien trabajó anteriormente en la industria petrolera, al igual que su padre, llega a la presidencia con fuertes lazos con el sector.

El que será su vicepresidente, Dick Cheney, fue jefe del Pentágono durante la Guerra del Golfo, en 1991, y luego fue ejecutivo de Halliburton, la empresa de servicios petroleros más grande del mundo.

Bush reiteró su plan de reducir la dependencia petrolera externa de Estados Unidos, y dijo que ordenará hacer un estudio de todos los terrenos de propiedad del gobierno federal con el fin de someterlos a explotación petrolera.

Sostuvo que habría que construir un gasoducto desde Alaska para transportar el gas explotado en la reserva ecológica del Artico, proyecto al que se opone el movimiento ambientalista.