VIERNES Ť 19 Ť ENERO Ť 2001

Ť Confrontarlos daña al gobierno, dice el comisionado

Mayor apertura ante observadores extranjeros, anuncia Migración


ALONSO URRUTIA

Como parte de la nueva política hacia el conflicto chiapaneco, el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Felipe de Jesús Preciado, dijo que habrá mayor apertura para los observadores extranjeros, a quienes, sin embargo, no dejó de identificarlos con el "turismo guerrillero", inmerso en una moda de "mochileros" con un cierto "hálito de romanticismo revolucionario".

Pese a ello, Preciado fue claro en los objetivos del gobierno en esta nueva fase: no confrontar a los observadores extranjeros que buscan cómo apoyar a Marcos, ya que esta postura ha sido un factor importante de los desencuentros del gobierno federal con el EZLN, además de la "indudable clientela" que tiene Marcos entre las organizaciones no gubernamentales extranjeras; una postura así deterioraría la imagen del gobierno.

El funcionario fue más allá y aseveró que en algunos casos los extranjeros tienen propuestas positivas, por lo que si hay un diálogo por la paz, se puede sumarlos e integrarlos.

En lo que fue su presentación pública ante los medios, el comisionado también defendió el derecho del gobierno mexicano a deportar ciudadanos extranjeros, refiriéndose al caso de los vascos presuntamente vinculados a ETA. A decir del funcionario, el gobierno mexicano actúa en función de sus leyes sin clasificaciones políticas de quiénes son deportados.

Habló de que la apertura gubernamental hacia los observadores internacionales ya tuvo una primera respuesta concreta: la autorización para que Peter Brown, uno de los extranjeros más polémicos que fueron expulsados en la administración pasada, pueda retornar al país.

Sin embargo, dijo, "no hemos recibido más solicitudes, aunque me han hablado de decenas de ONG. Tengo la impresión de que lo que quisieran es más bien que se las negáramos, para tener puntos de debate, pero no se los vamos a dar, porque la política está muy bien definida: la apertura".

Estamos conscientes del atractivo de la marcha zapatista, pues "diría que, hasta con espíritu de moda, va a ser muy interesante estar ahí, pues va a haber miles de extranjeros, porque ahorita hay una moda de mochileros, que tienen un hálito de romanticismo, y que van a estar con los indígenas de Chiapas".

Preciado fue más allá: "Se sienten como que están participando en la Revolución Francesa o una cosa de ese tipo. Hay que dejarlos; la mayor parte va a traer visas de turistas, pero ni modo que cerremos el turismo por eso".

Se explayó en torno a Chiapas y los extranjeros. "Hay una gran apertura, se están ofreciendo todas las condiciones para que el EZLN no tenga por qué no venir a platicar". No se pondrá ninguna traba, "casi, casi ha sido una invitación".

Y abundó: el turismo guerrillero tiene ventajas y desventajas, pero de nuestro análisis se desprenden más ventajas. En cuestión de imagen, mientras más peros le pongamos a los extranjeros, más se deteriorara la imagen de México.

También hay desventajas, pues fomentar "este tipo de turismo tiene mucho de negativo, pero en la perspectiva actual es no poner piedras en el camino. Ojalá no estemos equivocados".

Luego habló de que en Chiapas se tienen detectados cientos de extranjeros que hacen trabajos de apoyo social que muchas veces es difícil distinguir cuando esto se convierte en respaldo político.

"Hay extranjeros que dan clase de religión. ƑEn qué momento dejan lo espiritual para meterse en lo material y están ya pisando la política? Es cierto que el gobierno anterior los expulsaba para que no tuvieran ninguna injerencia. Nosotros creemos que es conveniente integrar a los extranjeros al proceso de paz; eso sí, con una absoluta exigencia de respeto a las leyes mexicanas".

En cuanto a la deportación de vascos para apoyar al gobierno español, Preciado no quiso asociarla con solicitudes formales de España para agilizar su salida del país. En muchos casos son denuncias anónimas o informaciones de otras instancias de gobierno que detectan irregularidades migratorias.

Dijo que el INM no tiene indicios ni facultades para investigar si en México hay etarras. "No tenemos esas clasificaciones de extranjeros más que por su nacionalidad". Preciado aseveró que México no tiene temor a represalias del grupo separatista por su actitud respecto de las deportaciones.