LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť CIUDAD PERDIDA

Ť Miguel Angel Velázquez Ť

Ť Félix Salgado, servir al olvido

Ť Generales narcos, Renave y...

Desde aquí y para empezar, un saludo solidario y fraterno al diputado Félix Salgado Macedonio.

Para ser claros, el incidente en La Fondesa que lastimó las interesantísimas pláticas de los geniales pensadores de los restaurantes clasemedieros de aquellos lugares, provocó la protesta (un naco borracho encima de una supermoto naca) apoyada por la policía y la respuesta violenta del legislador guerrerense, autodenominado "toro sin cerca".

Y ésta podría ser la historia de cualquier esquina en cualquier punto de la ciudad, pero Félix es un representante popular, un diputado del partido más asediado por los medios de comunicación, y para su mala fortuna sucedió en un momento en el que era necesario confundir, hacer olvidar, reprimir alguna de las verdades de la podredumbre del gobierno que empezaban a salir a flote.

Es la única explicación para entender que los diablos de siempre, convertidos en abogados de una sociedad civil quejumbrosa, se vistan de santos sin memoria, y un día tras otro exhiban al diputado como la noticia de mayor trascendencia para los habitantes del país, y me refiero, desde luego, a los medios electrónicos.

Entonces, al paso de los días, yo no culparía, no tanto, a Félix Salgado por emborracharse, por hacer ruido, por liarse a golpes con la policía, ni por ser naco.

Salgado Macedonio es culpable de servir al olvido, de ser el objeto de la manipulación, de haberse convertido en la oscuridad que cubrió el escándalo de los militares, o cuando menos haber abierto el espacio de tiempo suficiente para que se buscaran las explicaciones y se escondieran las verdades.

Luego vino el Renave y con él otro motivo para dejar en un segundo término el escándalo de los generales, pero cosa aún más extraña, se investiga a los militares Mario Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo por sus posibles complicidades con el narcotráfico, pero las atrocidades cometidas en contra de la población, investigación que por otro lado echaría luz a uno de los pasajes más lúgubres de la historia de éste país: la guerra sucia en contra de los opositores al gobierno, parece olvidada.

En fin, el recompadre (es padrino de dos de sus hijos) del actual secretario de la Defensa, Enrique Cervantes Aguirre, Francisco Quirós, y el coacusado Acosta Chaparro, el exterminador, están en la cárcel y el general secretario, se dice en el PAN, ha elaborado un plan mediante el cual podría pedir su retiro para luego, a invitación de Fox, tomar como civil, como el primer civil en la historia, las riendas de la Defensa. Por eso hasta su compadre, su hombre de confianza, está en la cárcel. Así va el juego.

Pero ya que tocamos el Renave y con el afán de no hacernos tontos, habría que pedir a la PGR que echara un ojo al periódico argentino Página 12, en donde Miguel Bonasso asegura el pasado día 8 que "en la Argentina de los últimos años también proliferaron suicidas y "suicidados", entre ellos en ex jefe de Ricardo Miguel Cavallo, en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), el capitán de fragata Horacio Estrada, vinculado al escándalo de la venta de armas".

Total, cosa de mafias. Imagine. Nada más imagine. Si su automóvil se perdió en la ciudad de México y resulta legalizado en El Salvador, pregunte quién lo hizo legal y todos sabrán que fue el Renave salvadoreño, pero esto lo niegan las autoridades mexicanas, por eso imagine, nada más imagine.

El negocio sería redondo si la imaginación se convirtiera en realidad. Un día el automóvil sería robado en la ciudad de México, desaparecería uno, dos o tres días y luego, con fachada nueva, sería transportado hasta El Salvador, donde el Renave de aquel país lo registraría como legal. Imagine, nada más imagine.

En fin, la PGR, antes de lo previsto, nos dirá que en el caso Ramos Tercero hubo un suicida solitario y ni quién les haga moverse de la hipótesis, pero la verdad es que más que suicidio, el cuerpo de Ramos Tercero parece el de un torturado. ¿No le parece?

La justicia del tribunal

Se dio como lo habíamos previsto. Aunque el Instituto Electoral del DF, con más ganas de congraciarse con el gobierno federal electo que con la justicia, cedió una sobrerrepresentación al PAN y le otorgó la cláusula de gobernabilidad.

Para casi todo el mundo la decisión del IEDF no sufriría ninguna alteración. No habría, entonces, ninguna discrepancia entre los órganos encargados de calificar la elección y, aunque hubo quien se llamó a sorpresa, el asunto estaba decidido desde hace algunos días.

Era cosa de hacer justicia, de hacer caso, de entender el mensaje de las casillas, de los votos, de las voces que no se escucharon en el IEDF. La decisión entrañaba la paradoja. El PRI, el autor de la cláusula de gobernabilidad, sería el más beneficiado por su desaparición, pero era cosa de justicia y Andrés Manuel López Obrador tiene un problema menos encima.
 
 

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