Lunes en la Ciencia, 21 de agosto del 2000



Gan-Zi-Gu-Nu

Eric Murillo Rodríguez

Una de las civilizaciones más importantes que han existido sobre la Tierra es la de los asirios. Esta civilización tenía una serie de conocimientos científicos muy avanzados para su época. Empleaban, por ejemplo, como elemento farmacéutico a la cannabis, por lo que asumimos que esa planta es empleada con fines terapéuticos desde hace más de 3 mil años.

meditacion Parece ser que dependiendo del uso que le daban, le otorgaban un determinado nombre; qunnabu era empleada en ritos ceremoniales, azallu era referido como un término médico, mientras que armitu estaba relacionado con fines terapéuticos, funcionaba en contra de enfermedades en las que los miembros inferiores eran afectados; mientras que Gan-Zi-Gun-Nu ha sido interpretada como la droga "que se lleva lejos a la mente".

Hoy en día sabemos que la cannabis o marihuana es una planta de la cual se deriva el principal componente químico responsable de los efectos psicotrópicos en el hombre, el delta 9-tetrahidrocanabinol (D9-THC). A partir de su descubrimiento, diversos grupos de investigación han demostrado que el D9-THC puede modificar el aprendizaje, disminuir la temperatura corporal, inducir nocicepción, decrementa la conducta motora, etcétera.

ƑCómo es posible que una molécula de origen vegetal tenga efectos sobre el sistema nervioso central (SNC) del hombre? La respuesta la proporcionó un laboratorio en EU, el cual demostró que el D9-THC se acopla a una proteína localizada en la membrana de las células. Este es un receptor que se denominó posteriormente como CB (canabinoides) y la nomenclatura de los receptores se amplió cuando se caracterizaron receptores en el SNC, los cuales fueron llamados CB1; mientras que aquellos que presentaban una distribución periférica en el sistema inmune eran referidos como CB2.

Una vez resuelto el enigma sobre cómo el D9-THC afectaba las conductas, se planteó otra pregunta interesante: Si el D9-THC, siendo un ligando exógeno, se acopla al CB1, Ƒquién emplea de manera natural ese receptor? ƑQué molécula es producida por el cerebro que ocupa el CB1? La respuesta provino de un reporte en la revista Science, en donde el grupo de Ralph Mechoulam, el mismo que reportó que el principal componente activo de la mariguana era el D9-THC, señalaba la presencia de una molécula lipídica en el cerebro del cerdo que se acoplaba al CB1.

A partir de ese momento, numerosos laboratorios en todo el mundo comenzaron a evaluar el papel de esta nueva molécula llamada anandamida, que en sánscrito significa "el que trae bendición y tranquilidad interna". Este endocanabinoide, es decir, un canabinoide producido y empleado por el cerebro, ocasiona un perfil farmacológico muy semejante al inducido por el D9-THC: hipomotilidad, nocicepción, alteraciones en la consolidación de la memoria, hipotermia, etcétera. Además de que ha sido detectada en el SNC del humano en regiones como hipocampo, corteza, ganglios basales, y tallo cerebral; de este modo, entonces anandamida podría estar modulando diversas conductas relacionadas con estas estructuras activando al CB1.

Por otro lado, existe evidencia que sugiere que el tallo cerebral contiene una serie de núcleos involucrados en la génesis del sueño. Dado que se han encontrado receptores CB1 en el tallo cerebral, así como elevadas concentraciones de anandamida en dicha región, cabe preguntarse, Ƒanandamida podría ser una molécula que modifique el sueño? Definitivamente sí. Nuestro laboratorio ha demostrado que anandamida administrada directamente al cerebro de ratas induce un incremento en la cantidad de sueño de movimientos oculares rápidos (SMOR).

ƑPodría anandamida ser la molécula que le da el tono emotivo a nuestras ensoñaciones? Desgraciadamente aún no lo sabemos, existe evidencia que podría sugerir esta hipótesis. Un artículo publicado en la revista Neuroreport demostró que las concentraciones de anandamida se encontraban elevadas en pacientes con esquizofrenia. En esta enfermedad se presenta un cuadro de síntomas y signos que caracterizan a esta patología; entre ellos se presenta un incremento en la fase de SMOR, además de referir alucinaciones auditivas y visuales muy vívidas. De tal modo que tal vez anandamida podría modular las emociones durante nuestros sueños.

Si anandamida forma parte de la bioquímica de los sueños, es un punto que muy seguramente con el tiempo lo averiguaremos, algo que probablemente los asirios ya conocían a través de Gan-Zi-Gun-Nu.

El autor es doctorando en el Grupo de Neurociencias/Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM

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