Lunes en la Ciencia, 10 de julio del 2000
Irradiación de los alimentos
Martín Guevara Martínez
Uno de los beneficios de la tecnología nuclear que ha extendido sus líneas a un nivel industrial, es el tratamiento por irradiación, que es el proceso de exposición de alimentos a la energía radiante. Este proceso da como resultado desde retrasar la putrefacción hasta matar las bacterias nocivas causantes del deterioro de los alimentos. Estos son irradiados utilizando energía ionizante, como la de los rayos gamma, por un tiempo determinado. Se incrementa así su vida en el mercado de consumo. La radiación gamma es parecida a la luz natural sólo que de mayor energía, nuestro ojo es sensible a la luz natural por eso la podemos "ver", no así la radiación gamma que no se "ve", pero sus efectos pueden llegar a ser mortales para los seres vivos si por accidente reciben una dosis elevada. La irradiación, comparada con otros métodos de conservación de alimentos, ofrece muchas ventajas, ya que aparte del rendimiento energético de la propia fuente, en el producto no hay residuos peligrosos, no se incrementa la temperatura, es efectivo y rápido. Cabe señalar que los alimentos irradiados deben estar frescos, pues de esta manera la efectividad del proceso es máxima. También a este método se le ha dado en llamar "pasteurización en frío", pues la eliminación de bacterias se lleva a cabo sin el empleo de calor.
Cuando se irradia un alimento no hay ninguna
característica física o química que indique la
dosis que recibió, ya que la radiación no tiene color,
olor, ni sabor. Para ello se emplean dosímetros que van junto
con el producto o alimento, los cuales controlan e indican la cantidad
de radiación recibida, de esta forma se ajusta a las
necesidades de cada producto y así se logra un registro
confiable y se puede emitir un registro de irradiación. El
proceso produce pequeños cambios en el sabor o el olor,
así como en el contenido de nutrientes que se ve afectado en
forma parecida a la de la cocción, enlatado o
congelamiento.
Las dosis de radiación permitidas en los alimentos dependen de las características de cada producto. Un ejemplo de radiación lo tenemos en un microondas, el cual emite energía de una longitud de onda que sólo hace vibrar las moléculas del alimento; debido a que vibran con mucha energía se calientan. Así la radiación gamma al tener energía ataca a los microorganismos, haciéndolos vibrar de tal suerte que adquieren tanta energía que explotan. Quedan así detenidos totalmente o su crecimiento se inhibe. Así, tenemos que hay dosis que van de 2 a 5 kGy (kilogray, unidad de radiación absorbida) logrando alargar el tiempo de almacenamiento y si es del orden de 10 kGy se asegura la calidad y el almacenamiento por largos periodos de tiempo sin necesidad de refrigeración.
Un comité de expertos de la FAO, el Organismo Internacional de Energía Atómica y la Organización Mundial de la Salud determinó, determinó en un estudio realizado que si un alimento ha recibido una dosis de 10 kGy no presenta ningún riesgo toxicológico. Para dosis mayores es necesario un análisis particular para el tipo de alimento de que se trate. La dosis máxima de 10 kGy es suficiente para que el alimento quede libre de los microorganismos, mas no suficiente para ionizar un átomo. Por ejemplo, el sodio que es el elemento que con mayor frecuencia se encuentra en los alimentos no se llega a ionizar con esta cantidad de energía, porque sería necesaria más de cien veces ese valor para lograrlo. Cuando un átomo queda ionizado, esto es, le es arrancado un electrón, queda cargado positivamente. A este tipo de átomos cargados se les conoce como radicales, y son muy reactivos. Por ejemplo si el agua se ioniza forma radicales y los llamados peróxidos, por eso es recomendable irradiar alimentos deshidratados, pero se puede hacer con cualquier. Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que los macro nutrientes como las proteínas, los carbohidratos y las grasas son relativamente estables cuando se exponen a una dosis de 10 kGy. Los micro nutrientes, en especial las vitaminas, son más sensibles no sólo a la irradiación sino a cualquier método de tratamiento. En efecto, los tipos de vitaminas son muy variados. De la misma manera, la energía de la radiación no convierte en radiactivos a los alimentos, debido a que la radiación gamma se desplaza a través de los núcleos de los átomos que forman los productos como lo hace la luz al atravesar un cristal transparente.
Los reglamentos federales indican que los alimentos irradiados deben identificarse con el símbolo internacional de la irradiación, que consta de pétalos verdes dentro de un circulo segmentado. Este símbolo debe ir acompañado de la siguiente frase "tratado mediante irradiación" o "tratado con irradiación". El costo de la irradiación es similar a mandar a verificar un vehículo, claro sin las respectivas "mordidas", aún así resulta económico y va en función de la dosis aplicada. Por otro lado, los consumidores deben entender todo respecto a una nueva tecnología alimenticia antes de aceptarla, por ello es importante entender el proceso, beneficio y desventajas de la irradiación pues los consumidores exigen alimentos inofensivos.
El autor es estudiante de química e integrante de la Asociación Juvenil de Divulgadores de la Ciencia