LUNES 15 DE MAYO DE 2000

Ť Elaboró el Diccionario del Español Actual, que mañana presenta Vargas Llosa


Manuel Seco define palabras en función de su uso real

Miryam Audiffred Ť Al filólogo Manuel Seco le llevó 30 años producir el Diccionario del Español Actual, ejemplar esbelto, señorial, de elegantes cubiertas amarillas y cinco kilos de peso que será presentado el martes por el escritor Mario Vargas Llosa; en España se le considera el último gran libro del siglo.

Integrado por dos volúmenes con 4 mil 600 páginas que contienen 75 mil voces, 141 acepciones y 200 mil citas -pues cada palabra va acompañada de varias referencias para garantizar su vigencia-, el diccionario editado por Aguilar es único en su género, no sólo por la exhaustiva actualización de todos sus términos, sino por su aplicación actual en la prensa, la literatura o la vida cotidiana.

De hecho, desde su presentación en Madrid -el 4 de octubre del año pasado- la crítica ha señalado que, antes de Manuel Seco y sus colaboradores, "nadie se había animado a realizar un diccionario que reformulara y redefiniera el lenguaje con sentido de modernidad y adecuación a los tiempos actuales".

Y es que la obra creada también por los filólogos Olimpia Andrés y Gabino Ramos no toma como punto de partida la copia de trabajos anteriores. En vez de utilizar definiciones conocidas, los compiladores enfocaron sus sentidos a la cotidianidad, pues -ha dicho Seco- "si realmente se quiere conocer el vocabulario vivo de un pueblo, el primer paso es recoger muestras del uso real de la mayor cantidad posible de palabras".

En realidad, cuando Manuel Seco tomó la iniciativa de elaborar esta magna obra, en 1969, estaba seguro de que era necesario renovar la lexicografía española e introducir una nueva metodología para que el glosario no se quedara enredado en la conservadora tradición de mantener una "estrecha fidelidad" con el Diccionario de la Academia.

Un ejercicio de literatura fantástica

En palabras de Manuel Seco, la idea de componer el Diccionario del Español Actual nació de la conciencia de que la lengua española -cuya universalidad e importancia cultural tantas veces se ha proclamado- era la única de las grandes lenguas de occidente que no disponía de un inventario léxico realizado con una metodología medianamente rigurosa.

Es posible que también las palabras de Ernest Hemingway -quien decía que en ningúna nevera debía faltar una cerveza y en ninguna mesita de noche un diccionario- hayan sido fundamentales en la decisión de sacrificar vacaciones de verano y de Semana Santa para crear el libro que sería capaz de ordenar los sueños y pensamientos desde un mueblecito colocado al lado de la cama.

Pero Seco cometió el error de cálculo más grande de su vida al comprometerse con la editorial Aguilar a concluir el diccionario en poco más de un lustro, siendo que la última palabra de éste sería escrita tres décadas después.

"Me pasó como a Colón -dijo el filólogo durante la presentación en Madrid-: no sabíamos dónde íbamos a llegar."

Lejos de los avances de la informática, Seco y sus colaboradores trabajaron en improvisadas oficinas en las que los investigadores recopilaron información procedente de periódicos y de casi 3 mil 600 libros de literatura, divulgación y enseñanza secundaria, correspondientes al periodo 1955-1993.

A diferencia de los diccionarios documentados que se han publicado en otros países, el glosario formado por Seco otorga un lugar preponderante a la prensa. Calculan que 70 por ciento de las más de 2 millones de fichas manejadas procede de periódicos españoles.

Testimonio del vocabulario vigente, el Diccionario del Español Actual es considerado el último gran libro del siglo debido a su enorme éxito. La primera edición de 10 mil ejemplares ya está agotada y, en estos momentos, la editorial trabaja en una impresión de 30 mil.

Los comentarios a favor de este ejemplar han alcanzado a los distintos ámbitos y motivado a escritores como Antonio Muñoz Molina a señalar que su lectura "es más total que una novela porque encierra todo lo obvio y misterioso. Es un ejercicio de literatura fantástica".

La exitosa recepción del Diccionario del Español Actual se une a la excelente acogida de la Ortografía de la Lengua Española -de la que se han vendido 160 mil ejemplares en poco más de un mes- y a los tres tomos de la Gramática Descriptiva; auge que, para Seco, no es una novedad.

"Me parece que hay un sentimiento generalizado de no dominar el idioma que se agudiza cuando se produce una conjunción de tres elementos como éstos. Además, creo que el interés creciente que la gente ha mostrado por obras de esta naturaleza es producto del disparatado sistema educativo que padecemos desde los años setenta."

(El Diccionario del Español Actual será presentado el martes por Mario Vargas Llosa, Carmen Aristegui, Luz Fernández Gordillo, Luis Fernando Lara y Francisco Segovia en el Centro Nacional de las Artes. La cita es a las 19 horas).