LUNES 1o. DE MAYO DE 2000
* El tabasqueño levantó el brazo al aspirante presidencial priísta
El efecto Fox logró la unión de Madrazo y Labastida
José Gil Olmos, enviado y René Alberto López, corresponsal, Villahermosa, Tab., 30 de abril * El temor ante un eventual triunfo de Vicente Fox el 2 de julio logró lo que el PRI no había alcanzado: unir a Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo, quienes pactaron la cohesión interna para derrotar al candidato presidencial del PAN que, según documentos internos del gobierno tabasqueño, ha incrementado históricamente su preferencia electoral en la entidad, de 4 a 34 por ciento en los últimos meses.
Madrazo levantó el brazo de Labastida por primera vez y, ante más de 10 mil tabasqueños traídos desde los municipios aledaños, lanzó el reto: "šSí se puede! cuando reconciliamos con la política las diferentes fuerzas al interior del partido. Aquí están presentes las corrientes que al interior del partido compitieron en la base de esta organización. Aquí estamos unidos quienes queremos ganar con Francisco Labastida Ochoa la batalla del 2000 y, junto a él, construir el futuro regional de nuestro estado".
Pero no sólo el efecto Fox unió a los priístas tabasqueños en torno a Labastida, sino también alcanzó a cerca de 200 diputados federales, quienes se reunieron en Toluca con el sinaloense para establecer una estrategia de "contracampaña" hacia la figura del ex gobernador de Guanajuato.
Antes de partir a Tabasco, Labastida se reunió en privado con los legisladores de su partido. De la misma manera que lo hizo un día antes con 24 gobernadores del PRI, todos establecieron la estrategia de realizar una campaña en todo el país en contra de Fox. También les entregaron los dos documentos en los cuales se precisa la forma en que se puede diluir la figura del guanajuatense con base en sus contradicciones o en sus declaraciones de que privatizara Pemex y la industria eléctrica nacional.
Según versiones extraoficiales, Labastida exclamaría ante los legisladores que el PRI va por el "carro completo", esto es, por la Presidencia de la República, la mayoría en las cámaras legislativas y el gobierno del Distrito Federal.
En un comunicado, el equipo de campaña informó que Labastida dijo a los diputados que en el PRI "somos parte del mismo equipo y juntos habremos de ganar las elecciones del próximo 2 de julio (e) incrementaremos la ventaja que tenemos sobre nuestro más cercano adversario, que actualmente es de 12 puntos, para alcanzar una victoria con más de 50 por ciento de la votación y lograr así tener más votos que las oposiciones representadas por los otros partidos".
Nombró el sinaloense a cada uno de los legisladores "delegado especial" en sus respectivos distritos "para consolidar el trabajo de partido y asegurar un triunfo claro, inobjetable y transparente en los comicios".
Como no se había observado en las competencias sexenales, los priístas han sentido la posibilidad de la derrota en este proceso electoral y de manera urgente se han efectuado las ultimas reuniones con gobernadores y diputados federales para cerrar filas de cara a su principal adversario, Vicente Fox.
La dirigente nacional del PRI, Dulce María Sauri; el coordinador general de campaña, Esteban Moctezuma, y el secretario técnico del Consejo Político Nacional, Emilio Gamboa, acompañaron a Labastida en la reunión privada que duró cerca de dos horas, donde exhortó a los suyos a realizar "una apasionada defensa de los logros alcanzados por los gobiernos emanados del Revolucionario Institucional".
La fiesta de la democracia
Globos rojos, verdes y blancos vistieron el mitin al que acudió la plana mayor de la clase política tabasqueña, al que solo faltó el diputado Arturo Núñez Jiménez, derrotado en las recientes elecciones internas de la entidad para elegir al candidato a la gubernatura. Labastida asistió a la toma de posesión de Manuel Andrade como candidato al gobierno tabasqueño -la "fiesta de la democracia", la llamó-, pero también para recibir el apoyo de la clase política de la entidad y de la región sureste, entre ellos el gobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks; el ex mandatario de esa entidad Pedro Joaquín Coldwell -delegado del CEN del PRI-; el candidato al gobierno de Chiapas, Sami David David, y los "nuñistas" Carlos Salomón Cámara, Víctor Manuel Barceló y Humberto Mayans. Entre el gentío -más de 20 mil según los del equipo labastidista- caminó Labastida, Madrazo y el candidato local Manuel Andrade, seguidos por Dulce María Sauri. Atrás dejaron los insultos que se intercambiaron de "perfecto fracasado", "mentiroso", "Pinocho", "candidato del continuismo", "candidato oficial". El sinaloense levantó al mismo tiempo las manos a Madrazo y Andrade y les llamó "amigos". "La democracia nos permite competir y nos fortalece como partido cuando después de la contienda, los que hemos competido, reafirmamos la unidad del partido y la amistad entre nosotros. Por eso, hoy hemos reafirmado, Roberto Madrazo y yo, una vez más, nuestra amistad y hemos decidido, un a vez más, convocar a nuestro Partido a luchar por el triunfo del Revolucionario Institucional para hacer los cambios que Tabasco y México demandan", exclamó Labastida. Con un abrazo a Madrazo selló Labastida el acuerdo de unidad. "Me la voy a jugar con Tabasco, así como Tabasco y mis amigos Manuel Andrade y Roberto Madrazo se la han jugado con Francisco Labastida", dijo.