Lunes en la Ciencia, 1 de mayo del 2000
José Manuel Berruecos Villalobos
Pionero de la genética pecuaria en México
Fundamentalmente la mejora agropecuaria se basa en el estudio de la capacidad productiva de la especie, se seleccionan las mejores y se propicia la cruza entre éstas. El proceso ha repercutido de manera importante en el inventario ganadero del país, aun cuando no ha incidido directamente en el sector social por factores muy complejos como la oferta y la demanda en el mercado, la distribución de ingresos, el desempleo y la falta de créditos para invertir en estas áreas, entre otros factores que van más allá del de la competencia de la investigación.
Sin embargo, en su área de acción, el
doctor José Manuel Berruecos (México, DF, 1942),
investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
UNAM, ha contribuido a construir las bases de las primeras incursiones
en la genética pecuaria, en un momento en que este tipo de
investigación no se había explorado en nuestro
país. El especialista inició una serie de proyectos
básicos sobre cómo se heredan las características
en las diferentes razas y estudios sobre si nuestros animales siguen
los patrones de reproducción y genética similares a los
que hay en otros países, y otros aspectos en el entonces
llamado Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias.
Ahora, construir el futuro con el uso de la genética se ha convertido en uno de los objetivos del doctor José Manuel Berruecos, maestro y doctor en genética y estadística por la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Particularmente el especialista ha trabajado en el caso de ganado cebú, sobre el cual no existía ningún tipo de referencia que sirviera como punto de partida, ya que esta especie es un ganado netamente tropical y en los países donde existía la tecnología para hacerlo no existían este tipo de animales. De esta manera, Berruecos comenzó a desarrollar una serie de trabajos para cuantificar el potencial genético que pueden tener las especies domésticas mexicanas con el fin de mejorar la ganadería nacional.
"Teníamos que investigar qué énfasis darle a qué características, cuáles de ellas usar con mayor o menor potencia y cuáles de ellas no representaban ninguna ventaja, ni genética, ni económica. Se empezaron a generar algunas líneas de trabajo utilizables posteriormente por algunas asociaciones ganaderas, empresarios o productores en casos como el del ganado cebú , cerdos o borregos."
"Actualmente, creo que existen en el país no solamente programas para el mejoramiento animal sino lo que es más importante, gente que sabe manejarlos. De alguna manera, casi todas las especies se encuentran en programas de mejoramiento, excepto las aves, pues con ellas aún tenemos una fuerte dependencia tecnológica: todo nuestro pie de cría es importado. Nosotros hicimos un programa para desarrollar líneas genéticas avícolas mexicanas y existen en el país investigadores de alto nivel que podrían llevarlo a cabo, pero no se tuvo ni el apoyo de los empresarios, ni el del gobierno para realizarlo."
Otra línea de investigación en la que el doctor José Manuel Berruecos ha incursionado es el estudio del borrego Tabasco, también conocido como Pelibuey, que por sus características particulares y ventajas se convirtió en uno de sus objetos de estudio. "Hace 30 años se tenía conocimiento de entre mil y 1500 animales en todo el territorio nacional; actualmente es una de las razas más importantes del país."
Estos programas, explica Berruecos, están orientados a aumentar la producción, a utilizar mejor el recurso natural que tenemos y a promover una mejor disponibilidad del producto tanto en cantidad como calidad.
Actualmente una de las líneas de investigación en la que trabaja Berruecos, junto con sus estudiantes, se centra en lograr la producción de una variedad de borregos Tabasco resistente a parásitos intestinales. "Queremos ver si esta condición se hereda, y, si es así, trabajaremos para poder obtener un animal resistente, con la idea de que se utilicen menos fármacos y menos drogas, además de que los animales crezcan mejor."
Finalmente, el investigador explica que la genética animal tiene grandes oportunidades, debido a las innovaciones tecnológicas. "Creo que el uso y aplicación de la genética se debe incluir en un programa a largo plazo. La investigación no se debe regir por un esquema sexenal, pero desafortunadamente, muchos de nuestros programas se han echado a perder por ello. Se necesita estructurar y vigilar la existencia de programas que rebasen el periodo de los funcionarios." (Mirna Servín) (Foto: Arturo Guerra)