LUNES 1o. DE MAYO DE 2000
Ť Critica las ofertas de campaña de sus contrincantes de PRD y PAN
Silva Herzog impugna promesas electoreras
Raúl Llanos Samaniego Ť Ante el candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, el priísta Jesús Silva Herzog pretendió ser agradable con los niños y al tomar el micrófono dijo: "ƑQuieren que les diga algo?". Y en una sola palabra resumió su ofrecimiento: "aaalgo...".
Pocos festejaron la ocurrencia del ex secretario de Hacienda y Crédito Público, por lo que éste se apresuró a aclarar: "sólo cumplo al pie de la letra lo que me pidieron, que dijera algo".
Este hecho fue parte del festejo que organizaron los priístas a los niños en su día, y en el cual hubo de todo un poco: gorras, playeras, llaveros, pelotas, cepillos de dientes con cerdas tricolores, banderines, felicitaciones y hurras para el aspirante a la primera magistratura del país.
No así para Silva Herzog, quien al escuchar que las porras se repetían incesantemente a favor de Labastida, tomó el micrófono y pidió al centenar de niños concentrados en el bosque de Chapultepec: "a ver, ahora una porra para Chucho, que soy yo". No hubo opción para los menores y debieron acatar la súplica.
El acto duró cerca de una hora y media, tiempo en el cual los infantes expresaron sus principales demandas a Labastida y a Silva Herzog, entre otras, mayores apoyos para multiplicar los espacios de esparcimiento y recreación; becas; acceso a la educación y atenuar los abusos de todo tipo sobre este sector de la población.
El aspirante priísta al GDF se comprometió a buscar las mejores condiciones para dotar a los menores de escuelas de mejor calidad, más campos de futbol y que haya protección para todos los niños, "porque creo que todos lo necesitan".
Más tarde Silva Herzog se reunió con miembros de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), ante quienes cuestionó los ofrecimientos de campaña de sus contrincantes de PRD y PAN, y sostuvo que su partido "no quiere caer en el terreno fácil de la promesa electorera o de la oferta de soluciones mágicas o fórmulas milagrosas para resolver los problemas" de los capitalinos.