SABADO 1o. DE ABRIL DE 2000
Ť El día 5 abrirán muestra de la artista en el Museo Mural Diego Rivera
Nahui Olin se revela caricaturista y pionera del género en México
Ť Asumió ese lenguaje que le permitía todo el sarcasmo y toda la ironía, dice Tomás Zurián
Ť El investigador lleva localizados 55 dibujos de la creadora y sólo se publicaron tres en México
Merry Mac Masters Ť Mujer impredecible, Nahui Olin ahora se revela como caricaturista. Y al hacerlo deviene precursora en ese terreno en México. De acuerdo con Tomás Zurián, quien ha dedicado 22 años a investigar la vida y obra de Carmen Mondragón Valseca (1893-1978), en 1914-15 empieza a dibujar caricatura en San Sebastián, España, adonde viaja -recién casada con Manuel Rodríguez Lozano- para encontrarse con su familia en el exilio. Sin antecedentes de esta actividad en México, está ya bien definida su afición por la caricatura durante su estancia en esa ciudad, que se prolonga hasta 1921.
Dibujos con exquisitez y humor refinado
''Nahui no era una dominguera de la caricatura -afirma Zurián-. Se entregó de lleno en este lenguaje que le permitía todo el sarcasmo, toda la ironía, todo el juego de la risa mediante esos dibujos."
Hasta el momento, sin embargo, el único personaje reconocido por el estudioso es el de su esposo. Anota que las piezas a tinta china, con uno que otro sombreado hecho con lápiz plomo, están firmadas con su nombre de pila, Carmen, porque es hasta 1922 cuando conoce al pintor Gerardo Murillo, Dr. Atl, que la rebautiza como Nahui Olin, que en náhual significa el cuarto movimiento del sol.
En la actualidad no existe ningún dato para confirmar que la hija del general porfirista Manuel Mondragón haya publicado sus trabajos en la península ibérica. Sin embargo, sí hay escritos de periodistas españoles que hablan de su caricatura en el periodo en que la produce, apunta Zurián. En 1933, cuando Nahui vuelve a San Sebastián invitada a exponer su obra pictórica en el cine Novedades y a ofrecer un recital de piano, incluso con obras originales de ella, uno que otro reportero la recuerda como caricaturista, y escribe que en algunas de sus pinturas se ven las influencias de esa primera etapa como caricaturista ''exquisita y con un humor refinado".
De regreso a México, a mediados de 1921, participa en la gran exposición organizada en la Academia de San Carlos para conmemorar la Independencia, ''Carmen Mondragón de Rodríguez Lozano figuró con cuatro dibujos caricatura", señala el entrevistado. Eran de los pintores Gabriel Fernández Ledesma, Roberto Montenegro, el compositor Julián Carrillo y del poeta Santa Cruz, éste aún sin identificar.
En opinión de Zurián, antes de pintar ''más en serio", el dibujo y sobre todo la caricatura eran los lenguajes por excelencia de Nahui. Como muestra está la que hizo del Dr. Atl.
Para el investigador, la caricatura de la bella y controvertida mujer tiene su culminación en una especie de ''tira cómica" que realizó a raíz de un viaje ''de estudio" a Nautla, Veracruz, en la Semana Santa de 1926 con el propósito de obtener material para su libro El infinito en lo ínfimo, según escribió la artista en la revista El automóvil en México. Hoy se sabe que en este viaje el fótografo Antonio Garduño le hizo sus primeros desnudos en la playa, ''corriendo, jugando con las olas del mar, bañándose o recostándose, simplemente". También iba el cineasta Enrique Bert, dueño del coche en el que se trasladaron, un Templard de cuatro cilindros, tan lujoso y caro que sólo había tres en la ciudad de México.
El grabado, otra faceta de la artista
Los 16 dibujos a tinta china acuarelados primero introducen a los protagonistas de la narración y uno que otro personaje encontrado en el camino como ''el señor Montenegro, de origen italiano".
Son descritos los pueblos por donde pasan los viajeros, con sus plazas, fuentes e iglesias. En algún momento el trío se ve en casa de un hacendado, en una reñida partida de ajedrez. Un detalle curioso del periplo es que conocen a un potentado de la región que tiene un cuarteto de jazz, mismo que es trepado a un camión de redilas que, adelante del coche, les va amenizando el camino.
En otro dibujo los hombres duermen en una tienda de campaña y Nahui en el Templard. Luego, todos aparecen en un cayuco remado por un nativo de la región, con el mar infestado de tiburones.
En la penúltima pieza, la artista voltea nostálgica al abordar un tren en Perote; deja a sus compañeros enfrente del coche tirados en el suelo, jugando lo que parece pipis y gañas.
Sus únicas tres caricaturas publicadas en México hacen referencia a ese viaje.
Nahui no acostumbrada fechar sus caricaturas. Una rara excepción es aquella de 1928, realizada en Los Angeles, California, donde fue llamada por el cineasta estadunidense Fred Niblo con la idea de hacer una película. Viaja con su amante en turno, el pintor y caricaturista Matías Santoyo, con quien se retrata dos veces en la misma hoja de papel, ya influenciada por la caricatura del vecino país. A partir de entonces, cada vez son menos sus piezas de este tipo, será porque dedica más tiempo a la pintura y la publicación de libros.
Zurián lleva localizadas 55 caricaturas de la mano de Nahui. Gracias a eso se animó a proponerle una exposición a Américo Sánchez, director del Museo Mural Diego Rivera. La muestra incluye todavía otra faceta desconocida de la artista: la de grabadora, ya que incluye tres xilografías, las únicas que se le conocen, dos de las cuales se publicaron en una revista a finales de 1922, cuando apenas se experimentaba con esta técnica en México, lo que de nuevo la coloca como pionera dentro de una disciplina artística.
(Nahui Olin. Opera varia es la muestra de 102 obras, entre caricatura -también de ella por personajes como El Chango Cabral-, dibujo, grabado, acuarela con poemas de su autoría y un intercambio de cartas con el Dr. Atl, que el miércoles 5 de abril, a las 20:00 horas, será inaugurada en el Museo Mural Diego Rivera, Balderas y Colón, Centro Histórico.)