Ť El gobierno de Clinton culpa de la derrota a las naciones europeas


Fracasó la reunión de la OMC; no hubo declaración final del encuentro

Ť Continuarán en Ginebra los trabajos, informó Herminio Blanco Ť Critican la falta de liderazgo de Estados Unidos

Rosa Elvira Vargas, Roberto González, enviados, y David Brooks y Jim Cason, corresponsales, Seattle, 3 de diciembre * Después de cuatro días de intensos debates, la Organización Mundial de Comercio (OMC) fracasó en el intento de lograr un consenso entre sus miembros para convocar a una nueva ronda de liberalización comercial. Para Estados Unidos y el presidente Bill Clinton fue una inesperada derrota.

Al filo de la media noche el secretario de Comercio Herminio Blanco informó sobre la falta de consensos para lanzar la convocatoria a la llamada Ronda del Milenio. Explicó que los pocos puntos en que se lograron avances (sobre todo en materia agrícola) serán "encapsulados" para ser retomados en Ginebra, Suiza, sede de la OMC, por los embajadores ante el organismo, antes de la próxima primavera.

Después de conocida la noticia sobre el fracaso de la reunión ministerial, Kobsak Chutkul, director general de Economía de Tailandia ųpaís sobre el que recaerá la próxima presidencia de la OMCų criticó que Estados Unidos "no proporcionó suficiente liderazgo, en parte también fue por cuestiones de tiempo y por manifestaciones".

Una fuente del gobierno de Estados Unidos culpó a los países europeos, principales defensores de mantener subsidios a la agricultura, del fracaso de la reunión ministerial.

Sin embargo, para Blanco, el único hecho contra las negociaciones "fue la falta de tiempo". El funcionario mexicano se negó a caracterizar la conclusión de esta reunión como "un fracaso", al comentar que otras citas ministeriales han concluido sin acuerdos, aunque nunca se realizaron bajo intensas movilizaciones opositoras ni con una expresión pública de inconformidad por parte de países en desarrollo.

Lori Wallach, directora de proyectos de comercio global de Public Citizen, una organización no gubernamental, declaró que la falta de acuerdo en la reunión ministerial constituye una victoria mayor. La oposición pública detuvo el momentumm de una globalización empresarial.

Mientras Mark Ritchie, director del Instituto de Políticas Agrarias y de Comercio, declaró que esto es el principio de una nueva era. Nunca más será excluido el sur o los ciudadanos de las decisiones mundiales, indicó.

Por separado, los ministros de Comercio de los países de Africa y aquellos que representan a la mayoría de las naciones de El Caribe, habían mostraron en el seno de las deliberaciones de la OMC su "profunda'' sorpresa y desacuerdo por la forma en que se conducían las negociaciones, al asegurar que la intención de quienes encabezan el organismo era producir un texto ministerial a cualquier costo, incluida la modificación de los procedimientos diseñados para asegurar la participación y el consenso.

El cierre de la reunión ministerial registró una demora que tensó el ambiente entre los delegados de los 135 países miembros, debido a la complicación de las negociaciones.

Herminio Blanco dijo que el único acuerdo que se logró esta noche fue pedir al director de la OMC, Mike Moore, que prepare la próxima etapa de negociaciones en Ginebra.

Insistió en que el principio de la OMC es que "nada está acordado hasta que todo esté acordado". Admitió que hubo avances en materia agrícola, reconoció que se eliminaron importantes compromisos del capítulo agrícola y que el asunto laboral ųque mantuvo trabadas las negociaciones a lo largo de la semana- "ni siquiera alcanzó a tocarse". Aseguró que existe el compromiso de que ningún país va a capitalizar a su favor lo avanzado hasta ahora.

Ť Excluyeron a países del tercer mundo de la negociación real

Jim Cason y David Brooks, enviados, Seattle, 3 de diciembre Ť Las negociaciones secretas que Estados Unidos mantenía con algunas delegaciones que asisten a la reunión de la Organización Mundial de Comercio frenaron esta noche la declaración final del cónclave, y los diferendos se a abordarán nuevamente en Ginebra, informaron fuentes del encuentro.

Del trabajo para la declaración final que se pretendía como el producto de cinco días de negociaciones entre los 135 gobiernos miembros de la OMC fueron excluidas delegaciones del tercer mundo; las pláticas entre los países más poderosos no se realizaban en la sede de la reunión internacional, sino en secreto, a unas cinco cuadras, en la llamada "sala verde" del hotel Westin.

"Al inicio de la semana, Estados Unidos insistió en que a todas las naciones se les permitiría participar sobre una base igual", explicó un frustado delegado de un pequeño país africano, quien pidió no ser identificado. "A pesar de la retórica sobre transparencia, para el martes y miércoles, Estados Unidos estaba invitando a unos cuantos países poderosos a pláticas secretas en la sala verde donde se hacían los tratos y donde se acordaba el texto final". Hoy, todas las delegaciones africanas condenaron el proceso de "la sala verde", queja que repitieron varios países latinoamericanos.

Miembros de la delegación estadunidense interrogados por La Jornada comentaron hoy que sólo una persona con poca experiencia se sorprendería de que algunas negociaciones en estos procesos se realicen en secreto, pero representantes de varios países del tercer mundo acusaban que las dimensiones de estas pláticas habían hecho una burla la llamada por la transparencia pronunciada por la delegación estadunidense.

La mayor parte de estas conversaciones secretas se realizó en una habitación reservada para este propósito en el tercer piso del hotel Westin, donde estaba alojada la enorme delegación de Estados Unidos. El cuarto no es difícil de encontrar, sólo hay que preguntarle a los cabilderos empresariales o a los asesores de los sindicatos más poderosos de este país, sentados en el lobby del hotel esperando su turno para hablar con los participantes de la OMC.

Detrás de puertas con amplia seguridad, la representante de Comercio de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, y asesores de la Casa Blanca se reunieron con sus aliados europeos y los países "poderosos" del sur, incluyendo Brasil, India y otros (México, según algunos participantes, aunque considerado como parte de este club, no fue un participante activo en este foro).

Pero, si un país no es clave o importante por alguna razón, no es bienvenido en la sala verde. Ayer, delegados de Egipto, Túnez y varios otros países del tercer mundo llegaron sin invitación a la sala verde donde se realizaba una negociación secreta sobre el controvertido tema de la inclusión de los derechos laborales, y fueron obligados a esperar más de 10 minutos antes de que se les permitiriera entrar, a pesar de que formaban parte de un grupo de trabajo que le correspondía este tema.

El embajador de Surinam intentó entrar en otra reunión en esta sala sobre agricultura, donde participaban la Comunidad Europea, Estados Unidos y algunos países del tercer mundo, pero fue informado por las guardias que no se le permitiría su ingreso. Hasta el secretario de Estado de Gran Bretaña, Stephen Byers, reconoció que "a los grupos de trabajo no se les ha permitido laborar".

En respuesta a las denuncias funcionarios estadunidenses dedicaron varias horas de esta mañana a reuniones con representantes de Africa y América Latina.

Los ofendidos suspendieron conferencias de prensa que habían convocado para protestar el proceso, pero varias delegaciones de los países más pobres indicaron que si sus gobiernos deciden apoyar la declaración final, esto llevará a que sean más renuentes a aceptar concesiones comerciales en el futuro.