Ť Exige el Pacto de Lizarra al grupo armado vasco no romper la tregua


Madrid no reanudará el diálogo con ETA: Mayor

Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 30 de noviembre Ť El ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró hoy que "el gobierno no prevé la rea- nudación del diálogo" con la organización armada vasca ETA, que anunció el pasado domingo la ruptura de la tregua que mantuvo durante los últimos 14 meses.

Mientras, el pleno del nacionalismo vasco se reunió en torno al Acuerdo de Lizarra --foro democrático que congrega a partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones-- con el fin de redactar una carta en la que exigirán a ETA que mantenga el alto del fuego.

Mayor Oreja, de origen vasco, sostuvo que de ninguna manera habrá nuevos contactos del gobierno español con el grupo armado antes del 3 de diciembre, fecha señalada por ETA para reanudar sus actividades armadas.

El ministro del Interior --acusado por el entorno nacionalista a lo largo del proceso de paz que abrió la tregua de ETA de "optar por la vía policial y militar" frente al diálogo-- afirmó que fue ETA la que "hibernó, congeló y sepultó" todos los contactos con el Ejecutivo.

SPAIN-pag75-1 En declaraciones a Radio Nacional expuso que en Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de la coalición Herri Batasuna, HB, considerada brazo político del grupo armado) "ETA manda evidentemente".

No obstante, Mayor Oreja quiso transmitir tranquilidad a la sociedad al señalar que "las fuerzas y cuerpos de seguridad, cuando se confía en ellas, siempre dan los resultados que nos han tranquilizado en muchas ocasiones a todos", aunque indicó que desconoce el número de comandos con los que cuenta ETA, pero subrayó que en estos meses de tregua se ha "regenerado".

Al respecto, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, estimó el pasado lunes que ETA cuenta con al menos 40 militantes repartidos en varios comandos activos en Madrid, Vizcaya y la frontera con Francia, y que éstos son en su mayoría jóvenes de escasos 20 años y que su incorporación al movimiento armado nace de la vinculación familiar: hijos de etarras presos o asesinados por grupos paramilitares y fascistas

Mientras, luego del llamado del lunes del vocero del oficialista Partido Nacionalista Vasco (PNV), Joseba Egibar, el pleno del Pacto de Lizarra se reunió con carácter de urgencia para exigir a ETA que no rompa la tregua y respete "los procesos democráticos" para resolver el conflicto.

El texto definitivo del llamado a ETA para que "vuelva a donde estaba", según palabras de Egibar, será consensuado entre todos; sin embargo, al cierre de esta edición todavía no se conocía el contenido exacto del documento.

Según el PNV, el texto se centrará en la idea de que "el conflicto que vive Euskal Herria es político y se debe resolver por vías políticas y democráticas, no mediante el uso de la violencia".

Arnaldo Otegi, vocero de EH y uno de los líderes abertzales más entusiastas del Pacto de Lizarra, aseguró este martes que los gobiernos de España y Francia han "mantenido una posición de sabotaje a la iniciativa que adoptó ETA en su momento" y que la ruptura de la tregua "nos ha pillado a contrapié a todos".

Recordó que ETA "está dispuesta a abandonar el empleo de las armas si realmente accedemos a un escenario de democracia en nuestro país", y aseveró enérgicamente que "HB no ejerce la lucha armada ni la violencia callejera".

El jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, hizo un llamado a toda la región para una movilización para el próximo jueves bajo la consigna "Necesitamos la paz".

Ibarretxe viajará mañana a Madrid, en donde se entrevistara con el presidente del gobierno, José María Aznar, en el marco de los contactos que comenzó el Ejecutivo español ante la ruptura de la tregua.

Así las cosas, Aznar conversó con el líder de Izquierda Unida, Julio Anguita, quien considera que "no sirve de nada criminalizar ni culpabilizar", por lo que exigió que no se entre de nuevo "en el frentismo".

El líder de la oposición socialista, Joaquín Almunia, indicó un día después de su reunión con Aznar que la ruptura de la tregua de ETA obliga a los dirigentes del nacionalismo vasco a optar "sin tardar mucho" entre "la paz y la muerte", y exigió al PNV que rompa su pacto parlamentario y de gobierno con EH.

Mientras, de los 20 presos vascos que empezaron hace 28 días una huelga de hambre, siete han tenido que ser hospitalizados; el martes tuvo que ser ingresado Edorta Ibarzabal, quien ha perdido ya 17 kilogramos, informó el diario vasco Gara.

Estos presos vinculados con ETA exigieron su presencia en el proceso de paz y propusieron una amnistía penitenciaria.