Ť El accidente de Uruapan no fue error humano: Tejeda


En 1995 comenzó el deterioro de aviones de Taesa: sobrecargos

Ť Familiares de víctimas del avionazo se entrevistan con el subprocurador

Fabiola Martínez Ť Sobrecargos despedidos de Transportes Aéreos Ejecutivos SA, (TAESA) manifestaron que a partir de 1995 se inició el deterioro en el mantenimiento y servicio de las aeronaves de esta empresa y, actualmente, "por lo menos la mitad de la flota presenta anomalías latentes, que van de leves a severas".

--Los directivos de la empresa aseguran que algunas bitácoras han sido falseadas y que sus denuncias obedecen a intereses ajenos a la operación de la misma ƑCuál es su opinión al respecto?

--Todo lo que decimos está debidamente sustentado y de cada bitácora, una copia --la amarilla-- se queda en poder del sobrecargo mayor. Además, "Ƒcómo vamos a mentir si no solo la vida de los pasajeros va en peligro, sino también la nuestra? Los sobrecargos y pilotos somos los únicos gremios que trabajamos a 30 mil pies de altura, no detrás de un escritorio".

Al respecto, Carlos Alvarez Tejeda, sobrecargo mayor supervisor --actualmente rescindido-- con 14 años de experiencia como sobrecargo, siete de éstos en TAESA, relató también con base en documentos de esta aerolínea que aun cuando las fallas queden asentadas en las bitácoras, incluidos casos graves de despresurización, "regularmente se hace caso omiso de las mismas o quedan en un simple trámite burocrático".

Por ejemplo, dijo, el 14 de septiembre de 1998 realizamos un vuelo de México a Tapachula para transportar a oficiales del ejército quienes realizarían labores de apoyo tras las lluvias registradas en Chiapas.

"Despegamos al mediodía con 90 pasajeros. De regreso, sólo con la tripulación a bordo (ferry), ese avión que había estado volando todo el día comenzó a tener problemas. A 15 minutos del despegue, a unos 30 mil pies de altura, aparecieron las mascarillas de oxígeno porque algo andaba mal con la presión del aire.

"Las bolsas de las mascarillas no tenían flujo continuo de oxígeno, por el contrario, éstas se comprimían cada vez más. Unos segundos después tomé una botella portátil de oxígeno y se la llevé al capitán. pero él ya traía la suya. El sólo volteó y me hizo una señal para indicarme que supuestamente todo iba bien.

"Sin embargo, no habían pasado ni dos minutos de eso cuando el capitán se quitó su mascarilla y le indicó a su copiloto (primer oficial) 'no tenemos oxígeno, declárate en emergencia', por lo que regresamos de inmediato al aeropuerto de Tapachula alrededor de las tres de la mañana.

"Entonces, fui a la cabina de pasajeros para revisar el avión, una aeronave chica, más vieja que la que se estrelló el martes pasado, fabricada entre 1964 y 1967 (DC-9 serie 15, matrícula XA SXS). Para mi sorpresa no habían abierto 15 compuertas, correspondientes a 31 pasajeros que tampoco hubieran tenido el auxilio necesario. Al llegar de vuelta a Tapachula no se arregló el desperfecto ni se suplieron las botellas de oxígeno; sólo se le ordenó al capitán volar hacia Acapulco con una menor altitud, aun cuando este mismo avión ya tenía en la bitácora correspondiente un reporte similar, alertando de poco o nulo flujo de oxígeno.

"Luego entregué mi bitácora a la gerencia de servicio al pasajero y, discúlpame, pero entré mentando madres, cómo era posible que nos arriesgaran así. Sin embargo, la respuesta del gerente fue sencilla: 'le vamos a dar seguimiento al reporte', dijo, y se dio la vuelta".

Como éste, agrega el sobrecargo mayor, supervisor Tejeda, hay inumerables casos que refieren motores calientes por exceso de trabajo a las aeronaves, indicadores de combustibles descompuestos y trenes de aterrizaje con fallas, entre muchas otras. Por eso supongo, en opinión personal, que el avionazo de Uruapan no fue error humano, y quizá presentaba averías en un motor porque ni siquiera llevaba mucho peso (18 pasajeros), ni tanque de combustible lleno. "Los aviones son viejos y presentan frecuentemente fallas, están en un tiempo que ya empiezan a carcachear", expresó.

En tanto, fuentes de TAESA que solicitaron el anonimato, dieron a conocer un reporte identificado como "citas", elaborado por los encargados de mantenimiento y operaciones en las terminales aéreas, en el que se precisa que el avión DC-9 (el mismo que se desplomó el martes pasado en las inmediaciones de Uruapan, Michoacán) ya tenía diversos antecedentes de anomalías; sin embargo, la bitacora era entregada "sin reportes".

Por ejemplo, en el vuelo GD949/948 XA-TKN del 24 de julio de este año se alerta en torno a desperfectos en los sistemas de luz y aire acondicionado que, en vuelo, ayudan a los generadores a su funcionamiento. En el reporte (conocido como 'citas') del 25 de julio, ese mismo avión presenta "bitácora sin reportes"; sin embargo, un renglón abajo se precisa que la llanta dos tiene lonas a la vista y que sigue presentando fallas en la APU (auxiliar de generación de energía).

El mismo avión accidentado reportó el 4 de febrero en el vuelo GD707/300 que "al aterrizar en Mérida el avión tendió a jalarse fuertemente hacia la derecha sin tener viento cruzado", esto quiere decir --explicaron las fuentes consultadas-- que sin viento que impidiera el aterrizaje, éste se realizó con dificultad, presuntamente por fallas mecánicas.

Por otra parte, familiares de dos de las 18 víctimas del accidente aéreo del martes pasado se entrevistaron ayer con el subprocurador general de la República, José Luis Ramos Rivera, a quien le pidieron informes sobre el curso de la investigación contra la aerolínea Taesa.

Cerca de las 14 horas, la esposa e hijo de dos pasajeros fallecidos el martes pasado acudieron a la PGR en compañía de sus abogados para exigir celeridad en el proceso y que se aplique la ley a los responsables del percance.

"Venimos aquí para saber qué pasa, en dónde se le está dando curso a la investigación y para que sepan que estamos al pendiente del caso. Los familiares atravesamos una situación muy difícil y también estamos sumamente molestos; todos coinciden en que el avión ya iba mal antes de llegar a Uruapan", señalaron.

Al encuentro con Ramos Rivera no se permitió la entrada a la prensa, y media hora después, los deudos salieron de esa oficina por una puerta privada. Más tarde, en entrevista vía telefónica, los familiares infor- maron que el subprocurador sólo les confirmó que la PGR investigará el caso, "y que nos tendrán al tanto de cualquier situación".