domingo 30 de noviembre de 1997


Ciudad de México,
focos rojos


La ``mano durísima'' no pudo con los delincuentes pero sí aumentó el descrédito de los aparatos policiacos, la deuda pública es gigante, miles de vendedores ambulantes están dispuestos a jugarse el pellejo por un metro en la calle, la basura es manejada por un imperio, la estructura de gobierno está armada para la corrupción, en los reclusorios se prepara un motín como fiesta de bienvenida... Y hay más. Los problemas que ya forman parte del inventario cotidiano de la ciudad de México: contaminación, caos vial, abasto de agua, desempleo... Son los focos rojos de Cuauhtémoc Cárdenas, el primer jefe de gobierno del Distrito Federal elegido por los ciudadanos, que toma posesión dentro de cinco días. ¡Ay, nanita!



La huella de una mano
DURíSIMA, pero inútil


Jaime Avilés y Alberto Nájar


Antes de ser elegido, Cárdenas advertía:
``Si los mandos policiacos no se limpian... los soldados
que hacen de policías acabarán por caer en los mismos
vicios y por ser atrapados por la misma delincuencia''.


Esta no es una noticia: la ciudad de México vive una crisis de seguridad pública. Cada 24 horas la población del Distrito Federal denuncia 698 ilícitos. Pero, ¿cuántos no denuncia, básicamente porque no confía en las autoridades? Los especialistas hablan de una cantidad semejante o tal vez superior, referida a delitos sexuales y atracos en la vía pública.

Datos de la Procuraduría General de Justicia capitalina y del equipo de Cuauhtémoc Cárdenas revelan que hay una ``altísima'' participación de policías y ex poli- cías en secuestros, asaltos bancarios, robo de autos, venta de droga y protección a narcotraficantes.

``El robo de autos, por ejemplo, es una verdadera industria que no podría mantener el ritmo que tiene si no contara con apoyos muy importantes en las corporaciones policiacas. El que se roba los tapones o los espejos de un carro es un aficionado y actúa por vicio o por hambre. Pero el que se lleva todo el carro es alguien que tiene contactos de alto nivel'', dice un asesor del gobernador electo.

-¿Cuántas bandas organizadas operan en el Distrito Federal?

-Más que bandas son redes de bandas con una estructura piramidal. Y en la punta de cada pirámide, inevitablemente, hay un alto jefe policiaco. De otra manera, no podrían operar con tanta impunidad. El problema que la ciudad padece es que hay una desarticulación entre las autoridades y los capos. Eso podría explicar los operativos del general (Enrique) Salgado. Fue un intento para establecer canales de negociación directa. El mensaje era: si no controlas a tus gentes las voy a controlar yo -explica otro estudioso del tema.

Ante el crecimiento exponencial de la delincuencia urbana, que dio un salto cuantitativo a partir de 1995, el regente Oscar Espinosa Villarreal ofreció: ``Mano dura no, durísima''. Estos son los resultados de su gestión, del primero de enero al 24 de noviembre de 1997:

-88 asaltos bancarios (casi dos por semana).

-821 homicidios (2.6 al día).

-48 mil 771 vehículos robados (148 al día).

-54 mil 453 atracos a personas (166 al día).

Para levantar ese ``puño de hierro'' tan poco eficiente, como lo prueban los hechos, Espinosa Villarreal creó una nueva versión del policía de barrio: el ``policleto'' -equipado con chaleco antibalas, arma de servicio y bicicleta, que supuestamente puede usar como escudo o instrumento contuso-, que si bien fortaleció la vigilancia nocturna en colonias de clase media, tuvo un impacto en modo alguno contemplado en la demografía de la ciudad, pues los policletos, como función adicional, embarazaron a numerosas empleadas domésticas.

Hacia ARRIBA y hacia abajo
Foto:
Carlos Ramos Mamahua
Pero sobre todo, el último regente designado propició la militarización de los cuerpos policiacos. Hoy, 17 altos oficiales del Ejército Mexicano, encabezados por el general Salgado Cordero, tienen a su mando las diversas dependencias de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del DDF. Y tres de ellos están sujetos a proceso por los hechos de la colonia Buenos Aires.

Con esos saldos negativos, la ``mano durísima'' culminará su experiencia el próximo jueves a las 11:59 de la noche, con el expediente negro de la Buenos Aires y las rebeliones internas como broche de plomo.

A partir de ese momento, el paquete será de Cuauhtémoc Cárdenas, quien ya en su cierre de campaña, el 28 de junio, decía: ``Si el Ejército hace labores de policía atropella la Constitución. Si los mandos policiacos no se limpian... los soldados que hacen de policías acabarán por caer en los mismos vicios y por ser atrapados por la misma delincuencia. Eso no conviene ni al Ejército ni a su honor. El nuevo gobierno democrático asumirá sus funciones y, con soldados o con policías, habrá de moralizar las corporaciones y las tareas policiacas''.

Ocho días después de los comicios, el presidente Ernesto Zedillo transfirió a Cárdenas, en una reunión en Los Pinos, la facultad para proponer a los titulares de la Procuraduría y de la SSP.

Tras un largo periodo de cautela, el pasado miércoles Cárdenas adelantó que desmantelará ``hacia arriba y hacia abajo'' las redes policiacas posiblemente ligadas a la delincuencia. También dijo que se restructurarán los esquemas de operación de las policías y se impulsará la participación ciudadana en materia de seguridad.

Algunos de sus allegados agregan: ``Se hará el mayor esfuerzo para reducir las causas de la delincuencia que tienen que ver con la desesperación. Que lleguen más alimentos a los grupos sociales que básicamente roban por hambre, que se extienda la cobertura de los servicios de salud, que se fomenten el deporte y las actividades culturales entre los jóvenes. El objetivo es aislar a la delincuencia profesional''.


"Los dos tienen enemigos muy poderosos"



Imagine el lector que el nuevo gobierno invade ``de manera reiterada las competencias de los poderes federales'' o bien utiliza la fuerza pública ``excediendo sus facultades''. En tal caso, el Senado de la República -de mayoría priísta- podría remover al jefe de gobierno.

Primero, claro, haría falta un choque entre Cárdenas y el presidente Zedillo. Los asesores del primero apuestan por una relación tersa: ``No se pueden pelear entre sí, porque los dos tienen enemigos muy poderosos que están esperando el momento de írseles encima''.

Los asesores se apañan de una frase de la noche del 6 de julio, cuando el rostro de Zedillo apareció en las pantallas de todo el país: ``Quiero felicitar muy sinceramente al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas por el triunfo...''

Poco después, Cárdenas fue a Los Pinos y salió con la oferta de nombrar a su procurador y su jefe de policía.

Los hombres de Cárdenas prefieren atenerse a las palabras de Zedillo, cuando ofreció ``una relación de colaboración respetuosa, que atienda siempre el interés de los habitantes del DF''.

Pero, ¿a qué apostarán los ``enemigos muy poderosos'' de Cárdenas y Zedillo?

Deuda pública: sin conejos ni chistera

Deudas y obras fue la fórmula que el último regente, Oscar Espinosa Villarreal, presumió ante el presidente Zedillo, al calor de las campañas electorales: ``Se heredan créditos, pero fundamentalmente se heredan las grandes obras para facilitar la convivencia saludable de las futuras generaciones'' (21 de mayo de 1997).

El ``error de diciembre'' dejó al gobierno capitalino sin dinero para las ``grandes obras'' hidraúlicas y la línea B del Metro. Y como, según dicho del secretario de Finanzas, Javier Berinstáin, ``ningún gobierno puede aparecer conejos de la chistera'', se recurrió al endeudamiento público: de mil 473 a 12 mil 200 millones de pesos en los tres años del último regente.

Para 1998, el DDF planteó a Cárdenas un endeudamiento de alrededor de 7 mil 500 millones de pesos más. Pero proyecciones del equipo cardenista indican que, a este paso, en el año 2000 la deuda de la capital sería de unos 28 mil 500 millones.

El debate por los dineros y las deudas del DF atraviesa la relación del gobierno local con el federal, las negociaciones del presupuesto en la Cámara y llega hasta la viabilidad misma del primer gobierno electo en la capital. Porque, dicen los funcionarios salientes, si el nuevo gobierno no acepta incrementar la deuda, simplemente no hará obras.

En el primer círculo de Cárdenas sostienen que el gobierno federal deberá absorber parte de la deuda, pese a que aún es manejable: ``Si pensamos que este es el primer gobierno perredista, y que completaremos por lo menos nueve años, Cárdenas no quiere dejar a su sucesor un conflicto que se agudizará en el 2001, cuando venzan los plazos de los pagos más fuertes''.


Ambulantes
un regalo de Navidad


Alberto Nájar


¿Y qué tal si el nuevo gobierno es recibido con batallas campales en el centro de la ciudad, más cruentas que nunca?


Después de las elecciones, del 6 de julioCuauhtémoc Cárdenas se abocó a desactivar una bomba de tiempo fabricada por el regente Oscar Espinosa Villarreal: el problema de los comerciantes callejeros, que podría estallar en vísperas de Navidad.

El regente que se va prendió la mecha al conceder sólo 10 mil permisos para el ambulantaje decembrino: 3 mil en el Centro Histórico, 7 mil en el resto de la ciudad.

"En el centro vamos a tener de 6 a 8 mil. Y por supuesto que no los vamos a reprimir, aunque digan que no podemos con el paquete", apuesta un cercano colaborador del gobierno entrante.

¿Cuántos vendedores ambulantes hay en el Distrito Federal? ¿100 mil? ¿250 mil? Las estimaciones varían, pero en realidad nadie lo sabe.

Foto:José Carlo González
¿Cuánto dinero mueven? La Cámara Nacional de Comercio calcula que 24 millones de pesos diarios (de los cuales uno o dos millones son para "mordidas"). Pero, en realidad, tampoco nadie lo sabe.

Ante la ausencia de datos concretos, el equipo de Cárdenas formó tres comisiones de estudio, encabezadas por el economista Saúl Escobar, para analizar el problema en las 16 delegaciones capitalinas.

Y de inmediato se estableció un mecanismo de negociación tripartita. A la mesa tomaron asiento Manuel Jiménez Brito, designado por Espinosa Villarreal; Escobar, y los dirigentes de las organizaciones, particularmente de aquellas que operan en el Centro Histórico:

-Asociación Cívica Legítima de Comerciantes Ambulantes, de Alejandra Barrios.

-Asociación de Comerciantes de la Antigua Merced, de Silvia Sánchez Rico (heredera del imperio de Guillermina Rico).

-Asociación de Comerciantes de la Plaza Pino Suárez, que encabeza Benita Chavarría, y

-El grupo de invidentes, de Miguel Angel Huerta.

Las primeras tres organizaciones concentran 95% de los ambulantes del primer cuadro de la ciudad.

Tras la primera ronda de conversaciones, que fue ardua y se prolongó más de seis semanas, los ambulantes y el DDF suscribieron sendas "cartas de compromiso", con Saúl Escobar como testigo de calidad, en las cuales se pactaron los siguientes acuerdos mínimos:

-Los ambulantes no provocarán desórdenes callejeros después del 5 de diciembre.

-A partir de enero, el nuevo gobierno de la ciudad revisará el bando que regula el comercio en la vía pública, emitido en 1992 por la Asamblea de Representantes (hoy Legislativa) del Distrito Federal.

En los hechos, la palabra empeñada por los líderes es la única "garantía" que posee el gobierno electo para conservar la paz pública en este delicado rubro.

Pero el equilibrio es frágil, porque la disputa por el control de las calles no suele dar treguas ni respetar ningún cuartel. Apenas la noche del 17 de noviembre, al salir de una reunión con Carlos Vega Memije, delegado del DDF en Cuauhtémoc, las lideresas Alejandra Barrios (quien coquetea con el PRD) y Silvia Sánchez Rico se liaron a golpes. ¿El motivo? No lograban ponerse de acuerdo sobre las áreas que desean repartirse en Navidad.

Desde el 6 de julio, en el Centro Histórico se han producido cinco grandes choques entre los grupos de Alejandra Barrios y Benita Chavarría, pertenecientes ambas a la CNOP del PRI. El último enfrentamiento dejó un saldo de 12 personas lesionadas. Por esta causa, las calles del llamado perímetro A -el "centro del centro"- quedaron bajo la vigilancia permanente de 500 granaderos.

Pero el problema del ambulantaje -además del desempleo y los bajos salarios- tiene otras raíces que nunca han sido contempladas en un enfoque integral del fenómeno:

-¿Quiénes son los "exportadores informales" que abastecen de mercancías a los comerciantes callejeros? ¿Dónde están las bodegas, y los bodegueros que almacenan estos productos? ¿De qué privilegios gozan los actores no visibles de esta trama?

-Los principales opositores a los ambulantes son los comerciantes establecidos, quienes pagan impuestos, sufren toda clase de extorsiones de parte de una gama infinita de inspectores y, a fin de cuentas, venden poco, según se quejan, porque sus escaparates están "tapados" por los típicos puestos de lona que invaden las aceras. Ante la imposibilidad de eliminar esta forma de competencia, muchos "establecidos" han optado por crear sus propias redes de vendedores de vía pública, para tratar de agotar existencias fuera de la tienda.

Considerado como uno de los "focos rojos" del primer gobierno local electo por los capitalinos, el problema del comercio ambulante es más complejo de lo que parece a primera vista. Y esto, paradójicamente, es lo que le permitirá a Cuauhtémoc Cárdenas contar con más hilos para mantenerlo bajo control.

El riesgo que amenaza a la nueva administración, en este campo, es que antes de Navidad los ambulantes reediten las batallas campales que protagonizaron en el Zócalo en noviembre de 1995 -una de las cuales duró más de seis horas- y que motivaron, por ejemplo, que algunas aerolíneas estadunidenses recomendaran a sus clientes no visitar nuestra capital y, en especial, el primer cuadro.


Foto:Duilio Rodríguez

La ciudad de la pobreza

En los meses previos a las elecciones del 6 de julio, la ciudad de México tuvo un dudoso honor: el segundo lugar nacional en desempleo abierto, solamente detrás de Coatza-coalcos, lo que ya es decir.

Hoy, según el INEGI, la capital del país sigue teniendo una de las cifras más altas de desempleo. Pero, ¿qué dice esa cifra cuando datos de la Organización Internacional del Trabajo indican que la mitad de los capitalinos en edad de trabajar se ocupan en la economía informal?

En el principal centro económico y financiero del país, un millón de personas viven en la "extrema pobreza" (eufemismo que nombra a los miserables) y 5 millones en la "pobreza moderada".

El comercio ambulante, la delincuencia espontánea, la mendicidad organizada y el hampa profesional no son, pues, asuntos para sorprender.

Claro, al gobierno local no le corresponderá diseñar las políticas para mejorar los niveles de vida ("no hay mejor política social que aumentar los salarios", decía el ilustre solidarita). Pero a cambio, Cárdenas deberá vérselas con los efectos del modelo único.


Asamblea: ¿rojo o ámbar?

¿Y si los líderes que controlan la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) deciden no aprobar a los delegados propuestos por el jefe de gobierno?

"No pueden, están muy débiles", dice en Lerma 62 -sede de la Comisión de Enlace- alguien del equipo de confianza de Cuauhtémoc Cárdenas para la transición.

Las cuentas. El grupo de René Bejarano, que en la ALDF encabeza Martí Batres, tiene 12 escaños. Un desprendimiento del anterior, con Martha García Rocha al frente, tiene nueve posiciones. El tercer grupo, donde figuran los representantes de todas las versiones de la Asamblea de Barrios, cuenta con 17 puestos.

En las delegaciones, "desde las bases", estos grupos presionan para alcanzar puestos. Quieren varias delegaciones, especialmente aquellas donde dominan en su carácter de agrupaciones del Movimiento Urbano Popular. Organizan foros, reuniones, filtran a la prensa sus nombres.

"Este no es un foco rojo. Es ámbar", desestima las hipótesis de choque el diputado Javier Hidalgo.

No todo corresponde a los perredistas. La aprobación de delegados requiere de los votos de dos tercios de los diputados locales. Es decir, seis más de los que posee el PRD. El acuerdo con PRI o PAN es necesario.

Y además, según el artículo 90 de su Ley Orgánica, la ALDF posee la facultad de rechazar los nombramientos de delegados propuestos por el jefe de gobierno tantas veces como desee. Si no actúan en sintonía, sobra decir lo que padecería la imagen de Cárdenas... y la de su partido.


Donde todo es negocio


Arturo Cano y Alberto Nájar


Desde el gobierno, la ciudad de México es vista como un gran negocio donde todo tiene un precio. Los ejemplos sobran


La lideresa de colonos Lourdes Martínez de Gachuz decidió que los vecinos de Becerra, muy cerca del Periférico, no querían un HomeMart cerca de sus casas. Aguerrida como siempre, se puso al frente de la revuelta. En la delegación Alvaro Obregón hicieron todo por convencerla. Nada. Hasta que le dieron un argumento de cuatro ruedas: una camioneta. Por supuesto, el supermercado es todo un éxito.

Después de las elecciones, Adán Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de la Transformación, fue a cobrar unas facturas a la DGCOH (Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica), donde un hombre lo abordó: "El gobierno de Cárdenas no va a reconocer las deudas".

El sujeto citó a Rivera en un Vips de Constituyentes, frente a la DGCOH:

-Ahí me dijo que cobrar la factura me iba a costar el 15 por ciento. Le pregunté: "¿Por qué tanto, si se acostumbra el diez?" Su respuesta me dejó frío: "El diezmo aumentó porque ya se van todos, y nadie garantiza que el nuevo gobierno vaya a pagar las deudas".

-¿Y era un funcionario de esa dependencia?

-Te presentan los originales de tus facturas, órdenes de pago y demás papeles: una de dos, o los que piden son socios de los funcionarios, o son ellos mismos quienes tienen montado el negocio.

"Nomás que salpique"

"No hay problema si el delegado se baña, nomás que salpique", dice una de las leyes no escritas de este gran negocio llamado Departamento del Distrito Federal (DDF).

En las delegaciones se concentra la corrupción que viven cotidianamente los ciudadanos, como víctimas y cómplices.

"Ningún gobernador, ningún presidente municipal, tienen el poder discrecional que tiene un delegado para manejar los recursos y dar licencias, permisos, autorizaciones de todo tipo. Ese es el encanto de ser delegado", dice un ex funcionario con veinte años de desempeño en diversas dependencias del DDF.

En una radiografía de la corrupción en las delegaciones, en poder del equipo de Cárdenas, se advierte que en ellas se negocia prácticamente con todo. Plazas de trabajo, áreas de adscripción, horas extras y vales de gasolina están siempre a la venta. Se negocia también con el alquiler de espacios delegacionales, sillas y equipos de sonido. El simple acto de mirar el plano de una colonia tiene un precio. Y también la regularización de canchas deportivas y arbitrajes.

"La gente está fastidiada... Estamos llegando al límite de la tolerancia ciudadana", dice en referencia a la corrupción Alejandro Ordorica, ex funcionario del DDF y hoy presidente de la Comisión del DF en la Cámara de Diputados.

Pero, ¿quién no ha pagado por hacer expedito el trámite de una licencia de manejo o unas placas?

La corrupción al menudeo se mantiene, ni duda cabe, con la participación ciudadana que hace posible que un trabajador de limpia pague 30 pesos diarios de renta por su carrito con tambos o que los revendedores del estadio Azteca paguen 200 pesos por un engomado azul y blanco, que hace el milagro de volver ciegos a los inspectores.

Todo esto es lo pequeñito, que toca a los empleados de abajo y, muchas veces, sube hasta los altos niveles.

Arriba, los negocios grandes se dan en dos vertientes. Una, los concursos para obras o adquisiciones, de donde siempre resultan jugosas comisiones. Una obra delegacional no se gana si no media el 20%, porcentaje que la constructora busca recuperar -se advierte en un documento que circula en las oficinas del nuevo gobierno- solicitando una ampliación para concluirla, usando materiales de menor calidad o, de plano, cargando la comisión al presupuesto inicial.

La otra vertiente la controlan las subdelegaciones jurídicas: son los permisos para bares, cantinas, venta de cerveza o licor en restaurantes, para abrir vinaterías (vender toda la noche cuesta 10 mil pesos mensuales), además de las cuotas de los ambulantes.

¿Qué contraloría puede seguir el rastro del dinero de la calle? El dinero de las gratificaciones, el controlado por las subdelegaciones jurídicas, es incalculable y muy difícil de rastrear. Un solo botón: un inspector de Coyoacán confiesa que tan sólo por visitar los puestos de barbacoa en su zona obtiene 2 mil pesos libres cada fin de semana.

La estructura de la corrupción tiene especialistas. En la delegación Cuauhtémoc los inspectores tramitan los amparos de los interesados en abrir giros negros y, en contubernio con empleados del Tribunal Superior de Justicia, logran que sus solicitudes lleguen a determinados jueces.

Cuando hay un acto priísta o una fiesta que interesa al delegado, los inspectores recorren tianguis y mercados para surtir la celebración con tamales, tortas, frutas y bebidas.

De las subdelegaciones jurídicas salen, según el diagnóstico que circula entre los cuauhtemistas, las bolsas para las campañas electorales y el apuntalamiento de carreras políticas.

Un asesor de Cárdenas pone los ejemplos de los líderes priístas Pilar Pardo, Paloma Villaseñor y Cuauhtémoc Gutiérrrez y afirma que en tiempos recientes "los beneficiados son casi siempre personas muy cercanas a (Jesús) Salazar Toledano (secretario de Gobierno), quien se las sabe de todas, todas".

Los apoyos no son necesariamente en efectivo y tampoco son exclusivos para priístas.

Dos casos: la ex asambleísta de un partido "paraestatal", Carmen del Olmo, "hizo política" con los recursos de un tiradero ilegal en una barranca próxima a la avenida Centenario. Cuando le querían clausurar, siempre llegaba la contraorden de la oficina de Manuel Aguilera.

De Raquel Sevilla, ahora diputada local del PRD, se dice que vendía pintura y escobas a la delegación Gustavo A. Madero.

Barrer desde arriba

Aparte se cuecen muchas operaciones no necesariamente ilegales, pero que prueban la concepción de la ciudad como negocio. En este apartado entrarían los recursos que maneja Servicios Metropolitanos (Servimet), los "letreros inútiles" que pusieron en todos los mercados, los topes en los ejes viales (a 50 pesos cada uno), la plaga de estacionamientos en el centro. O un ejemplo que ilustra bien: existe una empresa contratada exclusivamente para verificar que todos los botes de basura del edificio antiguo del DDF estén limpios.

"Cuauhtémoc acabará con la corrupción grande, de los altos funcionarios, pero en los niveles bajos, con los empleados de base, es otro cantar", admite uno de sus asesores.

Otro documento que circula en las oficinas de Lerma 62 establece que la fórmula de "barrer la escalera desde arriba" es ingenua e insuficiente: "Nadie, por más honorable y decidido que sea, puede, solo, contra una red de relaciones, intereses y complicidades tan grande y con tanto dinero, que se ha venido construyendo durante largos años".

Con todo, algunos colaboradores de Cárdenas estiman que si se eliminaran las irregularidades en la adjudicación de obras, los pagos en exceso y el desperdicio de materiales, el gobierno capitalino ahorraría 30 por ciento de su presupuesto anual.


Agua: lo más angustioso y complejo

Si estuviera en el Nevado de Toluca y quisiera bajar a Iztapalapa, ¿iría a Valle de Bravo, luego a Huixquilucan y de ahí rodearía la mancha urbana por detrás de Las Lomas, siguiendo por Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, para llegar al cerro de la Estrella en un trayecto de 230 kilómetros? No suena, ¿verdad?

Pero éste es el recorrido de la cuarta etapa del sistema Cutzamala, que trae cinco metros cúbicos de agua por segundo al DF. La ruta y la inversión, se dirá, valen la pena. Pero según el urbanista Jorge Legorreta, si se taparan las miles de fugas que hay en la ciudad, se obtendrían 14 mil litros de agua por segundo. Casi tres veces más.

Así, con una inversión mucho menor, tendríamos más agua. Aunque perderían, claro, los contratistas que la traen.

Es un asunto de justicia: mientras en los asentamientos irregulares cuentan con un abasto diario de 10 litros por persona, los de las zonas residenciales disponen de mil.

Contra lo que se cree, 70% del agua que requiere el DF proviene del subsuelo urbano. Pero la extracción causa hundimientos de entre 7 y 18 centímetros anuales, que dañan los ductos subterráneos y las líneas del Metro.

Por todo ello, para Cárdenas (lo dijo el 14 de mayo), el del agua es "el problema más angustioso y complejo". (Alberto Nájar).


Educación: un trozo del elefante

(Arturo Cano)

El "elefante con artritis" -como Jesús Reyes Heroles llamó al sistema educativo- ha sido desmembrado y sus partes entregadas a las entidades federativas, con una excepción: el Distrito Federal.

El traspaso de las instalaciones y todos los recursos humanos y materiales al primer gobierno electo será una de las pruebas de fuego de la "federalización" iniciada por el secretario de Educación Ernesto Zedillo en 1992. No es un paquete menor: más de 80 mil maestros, 5 mil 769 planteles escolares y un millón 600 mil alumnos.

El paquete educativo tiene, además, varias asignaturas pendientes:

-Los especialistas cuestionan los criterios para la asignación de los recursos federales, pues argumentan que ha propiciado inequidades entre los estados y fortalecido el poder discrecional de la SEP y la Secretaría de Hacienda para dar más o menos según la calidad de su relación con los gobiernos locales.

-Aun cuando los recursos financieros van "etiquetados", en varias entidades los gobiernos prefieren "jinetearlos" (posponiendo, por ejemplo, los aumentos salariales al personal docente).

-La "federalización" no ha impedido que los aumentos salariales a los maestros se sigan fijando con criterios centralistas, aunque algunos estados aportan más recursos y dan mayores prestaciones a sus trabajadores.

Cuauhtémoc Cárdenas ya se ha reunido, por separado, con el secretario general del sindicato magisterial y con los disidentes de la Coordinadora (no perredistas), que tienen en sus manos la sección 9, que agrupa a los maestros de primaria y preescolar. Las relaciones del SNTE con los gobiernos estatales de oposición (panistas) ha sido, para decir lo menos, de tensión permanente. Hay que ver cómo resulta con un gobierno perredista.


El amo de Santa Catarina


Jaime Avilés


La mitad de la basura que produce el Distrito Federal no está bajo el control del gobierno capitalino. El poderoso grupo de Cuauhtémoc Gutiérrez, el amo de la sierra de Santa Catarina (Iztapalapa), maneja en su propio beneficio los residuos sólidos de ocho de las 16 delegaciones en que se divide la ciudad.

La otra mitad -afirma el equipo de Cuauhtémoc Cárdenas- recibe un manejo técnicamente equiparable al de las urbanizaciones más avanzadas del planeta.

Pero, en este rubro, la piedra en el zapato de la nueva administración será el gigantesco basurero de Santa Catarina, situado a la orilla de la carretera a Puebla y utilizado a su máxima capacidad, que podría derrumbarse en cualquier momento sobre la autopista, además de ser un foco infeccioso que contamina tanto la atmósfera como los mantos freáticos sobre los cuales se asienta.

Según el DDF, la capital genera 11 mil 420 toneladas de basura al día (47.8% sale de las viviendas, 39.4% de los comercios, los servicios y los hospitales, y 12.8% "cae" en la calle). Así, 87.2% de la basura es recogida por mil 727 camiones recolectores, mientras la callejera es levantada por 8 mil barrenderos que, después de expurgarla para apropiarse de lo mejor (una botella de perfume se puede vender hasta en 30 pesos), la entregan a los camiones.

Estos llevan su apestosa carga a 14 "estaciones de transferencia", donde los desechos son distribuidos en 193 macrocamiones, con una capacidad de 70 toneladas cada uno, que realizan en promedio 470 viajes al día rumbo a las tres "plantas de selección y aprovechamiento", localizadas en San Juan de Aragón y el Bordo Poniente del lago de Texcoco.

Las modernas "plantas de selección" están provistas de largas bandas sobre las cuales todas las inmundicias desfilan ante obreros sindicalizados, dotados de guantes y cubrebocas, que se encargan de separar el plástico, el hueso, la madera, las telas, el aluminio, las botellas, las corcholatas, el trapo y el cartón.

A fin de cuentas, en la ciudad hay más de 700 microempresas que se dedican a comprar estos materiales para revendérselos a los grandes consorcios como Vitro, Visa, Hylsa, Kimberly Clark...

Lo único que no se recicla es basura orgánica. Y ésta, en el último tramo del viaje, va a dar al depósito de relleno sanitario, ahí mismo, en el Bordo Poniente, donde es sepultada en amplias zanjas de 150 metros de largo por 20 de ancho y diez de profundidad, que son, dicen los asesores de Cárdenas, "una maravilla".

Foto:Frida Hartz

Las "tinas" son recubiertas primero con una malla de plástico que retiene los lixiviados -esa baba que secretan los desperdicios- y después con tepetate. Una vez preparada esta cama, se depositan las cargas de porquerías, y luego, otra capa de tepetate, bajo la cual la basura se enfría y con esto se evitan explosiones. Prueba de la eficacia allí conjuntada son las plantaciones de casuarinas que crecen sobre las "tumbas" de las urbanas excrecencias.

El drama -político, económico, social, ecológico- está en el viejo tiradero de Santa Catarina, donde la basura se amontona sobre cerros de roca basáltica que filtran el agua de la lluvia y ésta se transmina a los mantos freáticos, de los cuales bebe el Distrito Federal.

Pero hay otros riesgos: en el sitio conviven las materias orgánicas e inorgánicas con las moscas, las ratas, los niños, los hombres, las mujeres y los enfermos que allí duermen, comen y trabajan sin protección sanitaria, expuestos a las reacciones químicas de los desechos, que generan gases y a veces por ello explotan.

Pese a que ya no hay espacio físico disponible para más, a Santa Catarina llegan diariamente 2 mil 500 toneladas. Sólo se recicla 15 por ciento y la falta de supervisión de parte del DDF permite, por ejemplo, que sean arrojados cadáveres humanos cuyo rastro se pierde para siempre en esos dominios.

En 1996, piensan los asesores de Cárdenas, el grupo de Cuauhtémoc Gutiérrez obtuvo ganancias aproximadas a los mil millones de pesos. Libres de impuestos... aunque, seguramente, no de mordidas.


Un motín se prepara


Alberto Nájar


A partir del próximo viernes, y dentro de las primeras 72 horas después de la toma de posesión de Cuauhtémoc Cárdenas, podría estallar un motín en cualquiera de los reclusorios del Distrito Federal, o en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla.

El mecanismo que se prepara -lo dicen funcionarios, custodios e internos- es simple: este jueves, en vísperas del cambio de gobierno, quedarán cerradas las llaves de la droga y del alcohol que abastecen las prisiones capitalinas... y el resto lo hará el tiempo.

En todo caso, no sería la primera vez.

Los panistas de Jalisco aún sospechan que la revuelta de mayo de 1995, que costó siete vidas en el penal de Puente Grande, tras la asunción del gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, pudo ser "orquestada" por mafias que deseaban enviarle un mensaje al primer mandatario de oposición en la historia moderna de esa entidad.

Foto: Fabrizio León

Rumor de ida y vuelta

Una tarde a mediados de octubre sonó una voz de alarma en el edificio de Lerma 62, que después del triunfo del 6 de julio fue habilitado como cuartel general del equipo de Cuauhtémoc Cárdenas. El aviso era el siguiente: están preparando un motín en los reclusorios. Semanas después, Masiosare lo supo. Esta es la investigación.

José N., preso en el Reclusorio Sur desde hace siete años, dice: "Le están poniendo un cuatro al ingeniero. Aparentemente le van a entregar todo limpio, pero a los pocos días tronará el cuete por falta de droga".

En una apresurada entrevista de dos preguntas apenas, Samuel Del Villar, mencionado con insistencia como futuro procurador capitalino, afirma que "institucionalmente" el equipo de Cárdenas no ha recibido advertencia alguna. Pero, aclara, "la situación está muy difícil".

Hay otros factores de riesgo. El pasado 14 de agosto, el Consejo de la Dirección General de Reclusorios del DDF -integrado por representantes de la Comisión de Derechos Humanos del DF, el regente y la Asamblea Legislativa- solicitó al director de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, Luis Rivera Montes de Oca, "se giren las instrucciones necesarias a quien corresponda para analizar la posibilidad de trasladar a los internos sentenciados (...) a cárceles de máxima seguridad".

Masiosare confirmó que en las prisiones de la capital existe un poder de facto constituido por 20 internos de alta peligrosidad, quienes distribuyen las drogas y el alcohol, negocian directamente con los funcionarios y tienen, reconocen las fuentes, capacidad suficiente para armar y controlar motines, planear fugas y ordenar homicidios dentro y fuera de su territorio.

Los capos están distribuidos así: ocho en el Reclusorio Norte, ocho en el Oriente, uno en Santa Martha Acatitla y tres en el Reclusorio Sur. Sus nombres, sin embargo, no fueron revelados, aunque se sabe que entre ellos hay narcotraficantes, homicidas, asaltantes de bancos y cabecillas de bandas especializadas en robo de autos.

Ellos, dice un integrante del consejo, "son los que pueden generar motines a través de dos vías: o bien compran el apoyo de otros internos regalándoles droga, o los obligan a actuar con la amenaza de que dejarán de surtirles. En ambos casos los adictos, que son muchos, están completamente en sus manos".

Pero la verdad es otra. Según diferentes internos, mandar a cualquiera de estos padrinos a una cárcel de alta seguridad, traería como consecuencia el estallido de un motín. Y el efecto político sería el mismo: empañar el estreno del gobierno perredista.

Las primeras señales de que una sopa ex-traña se cocinaba en las prisiones de la ciudad también empezaron a mostrarse a mediados de octubre. En el Reclusorio Sur, dos presuntos delincuentes sometidos a proceso, encerrados en el área de gobierno, fueron llevados a la zona de población general.

Otros reclusos que pagaron por permanecer en el dormitorio de ingreso tuvieron el mismo destino, y entre sus ex compañeros de celda corrió la versión de que los privilegios terminarían en el corto plazo.

Uno de los afectados, acusado de fraude, se quejó a Masiosare: "Están dañando intereses a lo pendejo. No sé por que ahora están tan puritanos, si nunca antes les había importado un carajo".

El equipo de transición de Cárdenas se ha reunido al menos dos veces con los responsables de los reclusorios metropolitanos, y en ninguno de los casos tocaron temas como el de las drogas, la violencia, la corrupción o los probables motines.

"¿Para que?", justifica un integrante del equipo. "Es como hacerle al tonto. Ellos nos van a decir que no saben lo que preguntamos, y nosotros de antemano sabemos lo que van a responder. No tiene caso".