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A 50 años del halconazo

Su imagen, pintando una manta, aparece en El Grito

Guardianes de la vida, los comerciantes que el 10 de junio cuidaron a jóvenes: sobreviviente

“Vi cómo la gente volteaba, gritaba, lloraba, corría. ¡Y yo… parada!”, recuerda Margarita

 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de junio de 2021, p. 3

Hace 50 años, un día como hoy, en Jueves de Corpus, Margarita Castillo se paralizó en medio de la refriega en la calzada México-Tacuba. Cuando vio las agresiones no pudo correr, ni trató de ocultarse o de ponerse a salvo. Su cuerpo no respondió.

Ese entumecimiento le permitió darse cuenta de lo que muchos no atinaban a entender. A sus ojos, todo transcurrió más lento. Vio que las mantas volaban y cómo miles de jóvenes huían de otros jóvenes, iguales a ellos, pero que usaban largas varas para golpearlos hasta masacrarlos.

“Estaba parada y veía lo que se cruzaba delante de mí. Vi cómo la gente volteaba, gritaba, lloraba, corría. ¡Y yo… parada!”, evoca Margarita, sobreviviente del halconazo, en entrevista con La ­Jornada, a cinco décadas de los hechos. Y su memoria recrea el caos en que se convirtió esa movilización.

Estudiaba entonces en la Escuela de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y era una férrea activista universitaria.

Dos días antes del halconazo, Margarita –20 años de edad en ese 1971– fue capturada por la lente de Roberto Jaime Sánchez, uno de los colaboradores del documental El Grito, sobre el movimiento estudiantil de 1968. En la imagen, ella aparecía arrodillada, elaborando una de las mantas de consigna que se alzarían ese jueves. Con foto o sin foto, siempre iba a estar de rodillas pintando mantas, dice orgullosa.

Margarita había estado antes en las aulas de la Escuela Nacional Preparatoria 1, también de la UNAM, aquella cuya puerta fue destrozada por un bazucazo del Ejército durante el movimiento de 1968. Tras la masacre en la Plaza de las Tres Culturas, en sus recuerdos asegura que todo entró a una especie de medievo o a una guerra fría donde nadie se atrevía a alzar la voz.

“Una cosa es mi nacimiento biológico y otro mi nacimiento personal. El primero no depende de nosotros, pero el otro es en el que uno mismo se gesta, y puede ocurrir en cinco minutos o tardarse cinco años. Cuando estaba en Prepa 1 vivía en una especie de nebulosa, pero llegando a la Escuela de Economía, en 1968, se empezó a condensar y se dio mi nacimiento personal.”

Se sumó entonces a los comités de lucha estudiantil. Se formó políticamente al entender la injusticia y el autoritarismo que existían en el país.

Felices de volver a las calles tras masacre de Tlatelolco

El 10 de junio de 1971, ella y sus compañeros estaban felices, volverían a salir a las calles después de casi tres años del ostracismo derivado de la represión del 2 de octubre de 1968.

Los contingentes estaban listos para comenzar, pero la movilización no avanzaba.

“En aquella época no había celulares y la comunicación en una situación así era voz a voz, como en cadena: ‘¿Qué pasó?… ¿Qué pasó?… ¿Qué pasó?…’ Y nos respondían: ‘No nos dejan pasar’, ‘hay granaderos en aquel cruce’, ‘que no se pidió permiso’. De repente avanzamos y la gente se llenó de alegría.”

Nadie sospechaba entonces lo que vendría pasos más adelante.

“Soy de reflejos físicos lerdos, soy torpe y ese día me di cuenta hasta qué grado. Si alguien se enfrenta ante una agresión, lo primero que hace es correr, pero esta señora, siendo torpe, se quedó parada y veía lo que cruzaba frente a mí, cómo la gente gritaba, corría, lloraba. Desde hace mucho vivo horas extras.

“De repente, pasó ante mí, corriendo, un ex novio, y lo vi como en película. Él volteó a verme, sorprendido de que no me movía. Con su cara me dijo: ‘¿Qué pasó?’ Sólo atiné a saludarlo con un gesto. Estábamos como a 15 metros de distancia. Me escaneó con la mirada como buscando una posible herida, no se explicaba por qué estaba parada.

Jaime, ese caballero maravilloso, estaba por irse y gracias a su humanidad dudó y regresó por mí, me tomó de la mano y me jaló.

Margarita dice que empezó a tropezar con todo y gracias a Jaime logró mantenerse en pie. A trompicones llegaron hasta el Metro Normal, entraron pensando en escapar.

“Vi entonces a un policía, arrinconado en una pared, con cara de susto. Con esa imagen nos dimos cuenta de que el Metro no era la opción. Jaime volvió a jalarme, salimos y me llevó hasta una esquina, entramos a un callejón y comenzó a tocar con mucha desesperación en las cortinas de los comercios. Cuando atendían sólo pedía: ‘dejen entrar a la chavita’. En uno y otro local no había chance, hasta que una puerta se abrió, me empujó, pero a él también lo jalaron y cerraron.”

Se trataba de una pequeña imprenta, que seguía trabajando para no despertar sospechas, pues resguardaba a varios jóvenes que huyeron del ataque.

Nos escondieron debajo de las máquinas. Esos son los héroes de la película. Jaime, que me sacó, es un héroe particular, pero la gente que abrió las puertas de sus comercios son quienes decidieron ser guardianes de la vida.

Los estudiantes seguían huyendo. Afuera se podían escuchar sus gritos y desesperación. Tocaban en cada puerta que veían en un intento de resguardarse de la masacre.

Tras varias horas, los trabajadores de la imprenta revisaban el perímetro y al percatarse de que no había presencia de la policía ni el Ejército, acompañaban a los jóvenes, de dos en dos, hasta un punto seguro.

“Salí con Jaime y empezamos a caminar, y entonces nos llevamos uno de los golpes más duros. Pasamos frente a varias vecindades y vimos a unos niños, que estaban afuera, en medio del caos. Uno de ellos, de unos 12 años, nos dijo: ‘pinches putos, ai’stá, no que hasta la victoria siempre. No que victoria o muerte. Pinches ridículos’.

Fue durísimo. Uno lo hacía para tratar, entre comillas, de ayudar a que mejoraran las condiciones de todos. Y ese niño nos hizo ver que quizás a mucha gente no le importa. Por eso, cuando uno lucha, tiene que hacerlo convencido y alegre, porque al luchar conquistas lo que querías.

Más información sobre el halconazo en: https://www.jornada.com.mx/ultimas/ politica/2021/06/10/halconazo-50- anos-de-la-masacre-que-marco-a-la- comunidad-estudiantil-4653.html