Por instrucciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y los futuros secretarios de Hacienda, Carlos Urzúa, y de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, formaron una comisión que se encargará de tranquilizar, negociar y restaurar la confianza de los inversionistas tras la decisión de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco.

El grupo empezará a operar hoy y tendrá que estudiar a detalle todas las implicaciones financieras que representará cambiar la obra a la Base Aérea de Santa Lucía. Por lo pronto, Julio Scherer Ibarra, próximo consejero jurídico de la Presidencia, dio a conocer que hasta la mañana de ayer ningún empresario había impugnado la decisión.

Pero si alguno presentara un amparo o cualquier otro recurso legal nosotros lo combatiremos en términos del planteamiento que hizo el presidente electo, afirmó al término de un desayuno con López Obrador, donde analizaron las reacciones que ha generado el anuncio la cancelación y la agenda legislativa.

Mencionó que no prevén que presenten amparos por el ofrecimiento de que se respetarán los contratos de los inversionistas y descartó que se requieran nuevas licitaciones, pues lo que se está ofreciendo a los contratistas es que vayan a trabajar a Santa Lucía.

En el encuentro realizado en la casa de la transición –al que también asistió la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero– los coordinadores parlamentarios de Morena, Mario Delgado y Ricardo Monreal, expresaron al presidente electo el respaldo total de sus bancadas a la decisión.

De acuerdo con el senador Monreal, López Obrador estuvo muy tranquilo, sereno, a pesar del desplome del peso y de la baja en la Bolsa Mexicana de Valores.

Zoé Robledo, próximo subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, precisó: “No hay preocupación… Es un movimiento todavía muy controlable. El peso se devaluó más en 2014, cuando se canceló el tren México-Querétaro. No hay nada que dé más confianza a los mercados que saber que se va a combatir la corrupción, que no volverá a pagarse un moche, un soborno o una compensación”.

Más tarde, Alfonso Romo, al salir de la casa de transición, insistió en que es más económico y ecológico tener un sistema aeroportuario –integrado por Santa Lucía y las terminales Benito Juárez y Toluca–que un solo aeropuerto. Es una decisión de fondo, técnica y financiera, no es un capricho. No se equivoquen, estamos actuando con responsabilidad. Señaló que no hay por qué perder la confianza. ¿Cuántas veces no cambiamos de un proyecto a otro?, ¿cuántas veces no cambiamos nosotros de un negocio a otro?, se preguntó.

Una reportera le preguntó si ya habló con Carlos Slim, quien habría sufrido pérdidas millonarias con el desplome de los mercados. “Perder de qué… estamos negociando. Esta comisión platicará con todos –en reuniones uno a uno– y también con fondos (de inversión) para tranquilizar. Vamos a ordenar el proceso para que todo mundo salga ganando”, respondió.

El futuro jefe de la Oficina de la Presidencia mencionó que conforme avance la negociación analizarán si es necesario que el presidente electo se reúna con los inversionistas y descartó que la luna de miel con los empresarios haya terminado. Nos faltan seis años, no se preocupen, todo va a salir bien.