Usted está aquí: martes 19 de agosto de 2008 Cultura Las lenguas de América

Las lenguas de América

Carlos Montemayor

Angélica Ortiz López* (poesía huichola)

Nació en Santa Catarina Cuexcomatitlán, municipio de Mezquitic, Jalisco, en 1969. Es profesora e investigadora del Departamento de Estudios en Lenguas Indígenas de la Universidad de Guadalajara, donde colabora en el proyecto La Adquisición del huichol como lengua materna. Textos suyos se incluyeron en Relatos huicholes, Reflexiones sobre la identidad étnica, Libro de lecturas de 2º y 3º grados en lengua huichola de la Secretaría de Educación Pública; en las revistas La Rueda, Papalotzi y México Indígena; en periódicos como La Jornada, Voz del Norte y Nayarit Opina. Participó en el XIV Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia. Es coautora de Lluvia de Sueños, poetas y cantantes indígenas, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2005. Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en los periodos 2000-2001 y 2003-2004. Textos inéditos suyos aparecerán en Wixárika Niawarieya, Poesía Huichola. Las traducciones al español pertenecen a la autora. Por razones de composición tipográfica, hemos modificado en esta entrega a La Jornada el signo correspondiente a la consonante glotal oclusiva de la lengua huichola que usualmente se representa con el signo de interrogación en posición elevada (?) y hemos empleado el apóstrofo (‘), que representa en las lenguas mayances el cierre glotal. Mantenemos, en cambio, la grafía ? para representar el fonema vocálico central y cerrado que se distingue del fonema vocálico i, de posición anterior, no central, de pronunciación igual a la española.

Nemutatsuaka

Nemutatsuaka ena tetetsie nehakaiti
ena netsuariya aixi maane, aixi mitiutsuani,
nehixite ri kwinie mitihatika.

Tanaiti temuyetsuari hipati kwinie hipati yaki,
ne hiki kwinie nemireutsuamiki aimieme ena nemaka
netsuariyatsie neuyeniereti.

Heiwa tsepa pemikareutsuamiki pemitatsuaritiarieni,
tsi tsuariya mitatsikuweiyane tanuiwaritsie tamiiyatsie,
Tuukari mikaxuawe tsuaritsie mieme xeikia.

Aimieme hiki nemutatsuaka mexi neyiwe,
mexi nehamarike,
mexi nehixite katiwawe.

Tsuariya mikayutua,
maiweti miane, meitienietiyeika xeikia kemiane mitatsuaka,
tsi taiyaritsiepaiti hatineikati miane
aimieme xei ukai aixi retsuarieti aixi yeme kanaaneni.

Estoy llorando

Estoy llorando sentada aquí en esta piedra.

El llorar aquí vale la pena, se llora bien:
mis ojos ya están hinchados.

Todos lloramos por algo; unos poco, otros mucho,
hoy, lloro sin dejar de mirar a través de mis lágrimas.

A veces no quieres llorar, pero te hacen llorar,
el llanto nos persigue y morimos con él.

No hay día especial para llorar.

Por eso, hoy lloro, mientras puedo,
mientras sé llorar,
mientras mis ojos no se han secado.

El llanto no se vende,
el llanto es sagrado para aquel que lo llora,
y una lágrima bien llorada merece respeto por aquel que no la llora.

NENausi

Atsi pepikahaineni nenetapani seikia,
kataku aniuki tau hanutahitiani,
hiki tikali pitatsanukanama.

Pepikahaumaka, nekulika eki aku Nenausi;
tikali li peukuyeika, ya kuta tepiyini, ¡au pii!

Neneupitia taxukuri tepitamani,
muwa neimiali nepitanuiya,
muwa neiili nepitakenikeyu,
nehatiyilati aha nepainiatakeyu,
awewiya netemawieti nepiyiane,
neneupitia, eki aku Nenausi, nekulika, ¡au pii!

Hiki li, tahikiate ikalitia temisewi

Taiteili li muyunuiwitiane,
tatuukali meuhane temiiwiyani,
pepikaumaka li, eki aku Nenausi.

Mi Nausi*

No digas nada, sólo abrázame,
no vaya a ser que tu voz despierte al sol,
ahora que la noche nos cobija.

No tengas miedo, hermanita grande; sí, tú, mi Nausi.

La noche se desvanece pronto, hagámoslo ahora, ¡di que sí!
Deja que coloquemos el mismo xukuri,**
que ahí quiero tener mi semilla,
ahí mismo quiero también poner mi flecha,
que creciendo probará de tu agua.

Busco y persigo lo que tú sabes hacer,
tú, mi Nausi, mi hermanita grande, ¡di que sí!

Ahora ya somos uno bajo la noche,
nuestra semilla está creciendo,
en los días venideros lo habremos de cuidar,
ya no tengas miedo, tú, mi Nausi.

Aniuki

Aniuki nemayeerietiyeika
Tatewarí aurie neutikaiti.

Eki auwenitsie
neta neitsitsie.

Nemikaramate ketipaimexia titi
nemireuku nemetsitaenieti,
ya titi aixatsika
neheinitsita paiti nemetima.

Nunutsi yuiyarita pai
aimiari mukaxei.

Hiki miki emutewi, mitikema ri.
Ahepai uwenitsie mitiutiyeixa.

Yutiiriyama mitiwarutiixatsitiwa,
meitaenieti memeukukutsu.

Miki miane mikawaranutahitiwa,
tsi miramate kename ixatsikaya
wareukutiwati waheinitsita paiti
ukateteke uiwieximeti.

Tus palabras

Recuerdo tus palabras,
sentados junto a Tatewarí.***

Tú, en tu equipal,
yo en mi petate.

No recuerdo cuántas veces
me dormí escuchándote,
tus palabras
se seguían grabando en mis sueños.

Como semillas
las dejabas caer
sobre mi corazón de niña.

Ahora ha crecido y tiene sus propios poderes.

Igual que tú se sienta en su equipal.

A sus hijos entrega su palabra,
y éstos se duermen escuchándolas.

Jamás los despierta,
sabe que sus palabras
penetran en los sueños
como semillas.

Kenaniukani

Pemikanetseuyeiwa pemaine,
ahixite yiki pita haitikaikaku titi.
Ahixite meri mutiniuxia,
neheki maukaiyataxi.

Tanaiti temiteitawa;
tsepa aniuki kemaine mikatiyuritini.

Ahixite pita xeikia nemixeiyani,
kepauka peminetiitaiyani.

Xika ke ahixite aniuki pai utiyuani,
ana ke yuri nemititaeriekaxiani.

¡Meriki tsepa! Kenaniukani, kenaniukani...

Sigue hablando

Dices que ya no me quieres,
cuando tus ojos dicen lo contrario.

Fueron tus ojos los que hablaron primero,
por mí derramaron sus lágrimas.
Todos mentimos.

Cuando habla tu boca nada es cierto.

Mi vista se fija bien en tus ojos
cuando tratas de engañarme.

Hasta que tus ojos logren decir lo que tu boca,
empezaré a creerte.

¡Qué importa! Sigue hablando, sigue hablando…

Tuaxa xawari

Ahixie nemutinuiwaxi,
netsuari pemueni tikariki
axawari neitari matia
mexi metseri tanierekai.

Aheima tuukari neukakikani ke ti
yaxeikia petitseiti takwa pemuwe.

Taukitsiema waiyari peanumaiti pemitiwe
ahetia nuiwakate temiane.

Ketipaimexia neutatsuakame peminetiuxei,
ana nunutsi tsuarieya pemitiueni,
hiki ukaratsi tsuarieya maniuka, neueni.

Eki tuaxa, taukitsiema wananá pemihiki,
’axawari neuxatia.

Hojas de roble

Nací bajo tu mirada,
escuchaste mi llanto en la noche,
tus hojas fueron mi estera
mientras la luna observaba.

Aunque los años pasan sobre ti,
sigues parado igual de fuerte en el patio.

Conoces el pensar de Nuestros Padres,
nacimos bajo tu follaje espeso.

Cuántas veces me habrás visto
llorar bajo tus ramas;
entonces era un simple llanto de niña,
ahora el llanto es de una mujer que habla.

Tú, roble frondoso, raíz de mis antepasados,
ofréceles tu nutrida sabia. 

* De próxima aparición en el volumen compilado por Carlos Montemayor Las lenguas de América. Recital de poesía II, que publicará el Programa México Nación Multicultural, de la UNAM.
* Flor Blanca y olorosa de la región cálida de la Sierra Wixárika
** Jícara votiva
*** Nuestro Abuelo el Fuego

 
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