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México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
Leonardo García Tsao
Patologías de hoy
A un par de meses de concluir 2004, el cine mexicano no ha dado muchas muestras de levantar cabeza con respecto al anterior annus horrribilis. Puntos bajos de la producción reciente como Avisos de ocasión, Fantasías, Las Lloronas, Matando cabos, Siete mujeres, un homosexual y Carlos... y no olvidemos esa pretenciosa aberración llamada Zapata -el sueño del héroe-, no pueden entusiasmar ni al espectador más optimista sobre el actual promedio de calidad de nuestra exigua producción.
Si algún título mejora ese promedio es Temporada de patos, la opera prima de Fernando Eimbcke. Según se sabe, la película fue el único largometraje nacional que participó en el pasado festival de Cannes (después de haber barrido con los premios de la anterior Muestra de Guadalajara) y dentro de poco será la solitaria concursante mexicana en el festival de Valladolid.
Debo confesar haber tenido mis reservas frente a lo que parecía ser otra complaciente comedia adolescente. El tema musical de los créditos iniciales, el bossa nova Un pato, cantado por Natalia Lafourcade, sugería un amenazador tono chistosito/posmoderno. Por suerte, Eimbcke -quien también escribió el guión junto con Paula Markovich- no ha escogido el camino convencional. No es esta la versión pubescente de Mi pobre angelito como pretexto para solazarse en el desmadre. Por lo contrario, el cineasta narra lo que sucede cuando dos adolescentes, Flama (Daniel Miranda) y Moko (Diego Cataño), se quedan solos en el departamento del primero un día domingo, como una exploración del aburrimiento.
Son factores externos los que cambian el orden normal de las cosas. Un largo apagón, una entrega tardía del repartidor de pizzas Ulises (Enrique Arreola) y una joven vecina, Rita (Danny Perea), que pide prestado el horno para hacer un pastel, llevan el desdramatizado relato por instancias cotidianas pero reveladoras de un malestar existencial. El respetable crítico neoyorquino J. Hoberman, del semanario The Village Voice, la comparó en Cannes con The cat in the hat, el cuento infantil del mítico Dr. Seuss (fuente de esa grotesca comedia llamada aquí El gato); ciertamente la estructura es similar aunque el tono es otro. Si hay un antecedente más directo es Familiaridades, esa inusitada comedia del absurdo dirigida en 1969 por Felipe Cazals, uno de los asesores del proyecto.
Asimismo, el agradecimiento a Jim Jarmusch no es gratuito. Ciertamente, la influencia del cineasta se aprecia en el tono casual del humor. Las cosas ocurren con la naturalidad de una situación dominada por el tedio. Con buen ojo, Eimbcke muestra cómo acciones en apariencia triviales son susceptibles de expresar un sentimiento de soledad, frustración y oportunidades perdidas. Y la fotografía en blanco y negro de Alexis Zabé ayuda a reforzar esa subyacente gravedad. Los jóvenes intérpretes también aportan a ese tono con actuaciones frescas que evitan ciertos manierismos de moda (por lo pronto, el uso controlado del vocablo ''güey" es suficiente para condecorar a Eimbcke).
Otro apunte significativo es el haber situado la película en el emblemático conjunto de Nonoalco Tlatelolco. El espacio donde han ocurrido tragedias definitorias de anteriores generaciones es ahora el anodino entorno que no parece ofrecer nada de interés. Sobre Flama y Moko pende la amenaza futura de acabar como Ulises, el repartidor de pizzas que ha tenido aspiraciones de algo mejor y se liga emocionalmente a un barato cuadro de patos al vuelo, como símbolo de un escape que sólo es posible como alucinación.
Ahora que hasta un churrero reincidente como Enrique Gómez Vadillo intenta subirse al carro del cine de calidad por la puerta trasera, es de esperar que el público reconozca la diferencia y responda a Temporada de patos. Sería lamentable que también le valiera pito, como reta la frase publicitaria de la película.
TEMPORADA DE PATOS
D: Fernando Eimbcke/ G: Fernando Eimbcke, Paula Markovich/ F. en ByN: Alexis Zabé/ M: Alejandro Rosso/ Ed: Mariana Rodríguez/ I: Daniel Miranda, Diego Cataño, Enrique Arreola, Danny Perea/ P: Cinepantera, Lulú Producciones en colaboración con Imcine. México, 2004. [email protected]
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